Un juzgado salvadoreño dejó en libertad a nueve militares implicados en la muerte de dos presuntos contrabandistas, tras disturbios registrados en la frontera entre El Salvador y Honduras y ordenó que el caso pase a una siguiente etapa, informó hoy una fuente judicial.
La jueza de paz Silvia Espinoza explicó a Efe que el fallo emitido ayer durante la celebración de la audiencia inicial responde, entre otros motivos, a que hasta el momento ningún testigo ha podido señalar quién disparó contra los dos civiles.
Los militares están acusados por el presunto delito de homicidio simple en perjuicio de dos personas en los hechos confusos registrados en un lugar conocido como Paso Mono.
Espinoza agregó que la Fiscalía no efectuó pruebas como el 'frotado de manos', necesaria para determinar la presencia de pólvora y el expediente no cuenta con los resultados de balística.
Detalló que hubo alteración en el proceso del levantamiento de los cuerpos porque 'familiares se llevaron uno de los cadáveres' sin que la Fiscalía completara la diligencia.
'Ellos están en libertad pero continúan atados al caso' aseveró la jueza, quien sostuvo que la Fiscalía debe preparar en un plazo de seis meses aproximadamente 'las diligencias que hasta este momento procesal no se han podido llevar a los tribunales'.
Por otra parte, indicó que al parecer los militares actuaron ante una agresión de pobladores del departamento fronterizo salvadoreño de Morazán (este), quienes intentaron impedir la detención de dos camiones procedentes de Honduras que pretendían ingresar madera al país de forma ilegal.
Los cuatro ocupantes de los vehículos huyeron, pero uno fue detenido, lo que llevó a más de 200 lugareños, 'con piedras, palos y armas de fuego' a conformar un grupo que atacó a los soldados para liberar al sujeto retenido, destacó la jueza.
