Por un disparo en la cabeza murió Kimberly Mejía, la joven que fue encontrada sin vida en su apartamento por vecinos que vieron llorar a su hijo en el barrio Cienaguita de Puerto Cortés.
De acuerdo con las investigaciones de la Policía, el homicida pudo ser una persona cercana a la víctima, pues la escena del crimen así lo indica.
“Según el dictamen del médico forense, presente en la escena, la persona presentaba una lesión en la región occipital (cabeza) producida por arma de fuego, la característica de la escena del crimen apunta a que el responsable del crimen pudo haber sido cercano a la víctima”, reveló el policía Miguel García.
Kimberly Mejía era originaria del municipio de Choloma, Cortés, pero hace aproximadamente 10 días se había mudado al barrio donde fue ultimada.
“Según las características de la escena todo indica a que sea un delito relacionado a la violencia en contra de la mujer (feminicidio)”, agregó el agente de la Policía Nacional.
El hallazgo
Mejía era madre de un bebé de poco más de dos años de edad y fue debido a su llanto que los vecinos hallaron el cadáver.
Los testigos dijeron que el menor solía deambular solo en el patio, situación que les parecía inusual, pero no les preocupó hasta que anoche comenzó a llorar sin parar.
Los vecinos decidieron acercarse a él para brindarle alimentos, aliviarlo o entender qué le estaba pasando. La situación continuó y se percataron de que el niño se encontraba sólo.
Anoche entraron al apartamento y minutos después hallaron el cadáver de la muchacha, quien, aparentemente, tenía más de 24 horas de haber fallecido.
