San Pedro Sula, Honduras.
Este viernes llegaron deportados a San Pedro Sula dos hondureños que fueron capturados por la Policía Internacional ( Interpol) en México.
Los sujetos fueron identificados como Demetrio Bautista Martínez y su hijo Ludwin Maudiel Bautista Reyes, quienes eran buscados por los delitos de homicidio.
Padre e hijo llegaron al aeropuerto internacional Ramón Villeda Morales en un vuelo comercial, pero bajo custodia policial.
Este viernes llegaron deportados a San Pedro Sula dos hondureños que fueron capturados por la Policía Internacional ( Interpol) en México.
Los sujetos fueron identificados como Demetrio Bautista Martínez y su hijo Ludwin Maudiel Bautista Reyes, quienes eran buscados por los delitos de homicidio.
Padre e hijo llegaron al aeropuerto internacional Ramón Villeda Morales en un vuelo comercial, pero bajo custodia policial.
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Los ahora detenidos son los sospechosos de acabar con la vida de los hermanos José Santos Sánchez (40) y Concepción Sánchez (35), quienes fueron asesinados el pasado 12 de mayo en la aldea Segua, del municipio San Miguelito, departamento de Intibucá.
Tras arribar al país, padre e hijo fueron entregados a la Policía Nacional de Honduras. Posteriormente fueron trasladados al juzgado de Intibucá para responder por los delitos que son acusados.
-Los hechos-
Demetroi Bautista y su hijo Ludwin habrían andado bajo los efectos del alcohol cuando supuestamente mataron a José Sánchez y Concepción Sánchez, según denunció una tía de las víctimas.
“Fue como a las 4:00 de la tarde, los dos muchachos se encerraron por que vieron a los dos hombres que andaban armados, pero Concepción se salió de la casa para meter a una perra que se había salido a la calle y en ese momento le dispararon”, narró afuera de la Morgue de Tegucigalpa doña Faustina Sánchez, tía de los ahora occisos.
Los atacantes le infirieron al menos seis disparos a Concepción y acto seguido se introdujeron en la casa para ajusticiar a José Santos. “Mi otro sobrino (José Santos) tenía un disparo en el pecho, cerca del corazón, a él lo tiraron en la cocina de la casa”, contó doña Faustina.
