Las averiguaciones de las autoridades policiales establecen que el foco de los secuestros exprés está en Choloma donde el principal blanco de ese delito sigue siendo la clase medía.
Según los análisis de la Unidad Nacional Antisecuestros (Unas) ese fenómeno se debe a que las células de secuestradores de la Pandilla 18 se reactivaron al salir libres varios jefes de esa organización criminal que estaban presos. Una de esas estructuras criminales es la Célula de El Kilómetro que se está volviendo a reorganizar.
En el 2022 se registró una alta incidencia de ese delito en Choloma, pero se frenó con la intervención de la Unas en ese sector que tuvo como resultado la captura de varios cabecillas de la Pandilla 18, entre ellos los cerebros de los secuestros exprés Cristian Enrique Rápalo Zelaya, alias Pingo y el pandillero apodado El Conejo.
A raíz de esas capturas en el 2023, los índices de ese ilícito bajaron a cero porque no se reportó ningún caso en Choloma, pero en los últimos meses han resurgido los plagios de ese tipo.
Oficialmente la Policía tiene conocimiento que se ha registrado el secuestro exprés de dos personas, pero según información bajo línea han habido cuatro personas privadas de su libertad en lo que va del año.
De acuerdo a los datos que maneja la Unas, Choloma es el foco o núcleo de los secuestros exprés porque en ninguna otra parte del país se está dando ese delito.
Microempresarios, comerciantes y profesionales son el blanco de secuestradores
Las indagaciones de las autoridades de esa unidad policial establecen que el principal blanco de los secuestros exprés siempre sigue siendo la clase media entre ellos microempresarios, comerciantes y profesionales como pasaba en el 2022.
Las personas con ese estatus son los más vulnerables al secuestro exprés porque en su mayoría tienen sus negocios en zonas donde hay presencia de estructuras criminales. Eso facilita a los pandilleros a hacer la investigación y el seguimiento a este tipo de víctimas.
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Los estudios de la Unas indican que otro de los factores que coloca como blanco a la clase media es porque no son secuestros selectivos ni estudiados, sino que básicamente el objetivo de los pandilleros en primera instancia es el vehículo que andan las víctimas al cual le dan seguimiento para robarselo.
Los pandilleros buscan la hora y el lugar indicado para robarse el carro y privar de su libertad al dueño y exigir el rescate de la víctima que por lo general es de baja cuantía para que el pago sea rápido.
Una prueba de eso es el caso de Roberto Lenín Meza, un ejecutivo de una empresa cementera, que fue secuestrado en Choloma el 17 de mayo y el 26 de ese mismo mes lo encontraron ultimado en un sector montañoso de ese municipio, pese a que su familia pagó el rescate que exigían.
En el caso de Lenín Meza las autoridades antisecuestros informaron que tienen identificados unos sospechosos y están trabajando en fortalecer la obtención de evidencias y esperan que en los próximos días se presenten acusaciones en los tribunales.
A raíz de la reactivación de los secuestros exprés las autoridades policiales, en especial la Unas, tienen concentrados sus esfuerzos en el sector de Choloma para evitar que los índices de ese delito se disparen como en el 2022 y ya andan tras la pista de los autores de los secuestros.
Las acciones para prevenir y perseguir ese delito se realizan en conjunto con los otros operadores de justicia. Según las averiguaciones policiales, los carros que se roban los pandilleros por lo general los pasan para Guatemala.
Importancia de denunciar secuestros
Uno de los problemas que enfrentan las autoridades es que como los plagiarios exigen pequeñas cantidades de dinero los familiares de las víctimas primero pagan y denuncian hasta después.
Esa situación afecta porque al no denunciar rápido el margen de maniobra para la Policía es poco para realizar las primeras pesquisas que son importantes en el proceso investigativo.
Esto ocurrió con el caso del ejecutivo Roberto Lenín Meza porque la familia decidió mantener el caso de manera particular y solo ellos manejaron la negociación y el pago del rescate.
Las autoridades señalaron que al pasar de los días y ver que no les devolvían al familiar decidieron denunciar el hecho y ya habían pagado el rescate.
Refirieron que, según el dictamen forense, a Meza lo mataron el día que lo secuestraron y aún así los secuestradores siguieron negociando y cobraron el rescate.
Las autoridades de la Policía Nacional señalaron que eso complica la indagación porque en un secuestro algo bien importante son las primeras diligencias de dónde estaba y con quien estaba la víctima cuando lo privaron de su libertad y para revisar situaciones de cámaras y obtener vídeos.
Las autoridades de la Unas hacen un llamado a la ciudadanía para que confíe en esa unidad policial porque los buenos resultados la respaldan pues se trabaja y se le da cumplimiento a las denuncias que son manejadas de manera confidencial.
Para denunciar secuestros la Unas tiene habilitado las 24 horas y los 365 días del año el número de celular 9462 8612 donde las llamadas son tratadas de manera confidencial.
Secuestradores mataron a tres de sus víctimas
Las estadísticas de la Unas indican que este año además de los plagios exprés se han registrado cinco secuestros tradicionales con seis perjudicados porque en uno de ellos hubieron dos víctimas.
Los secuestros tradicionales son en los cuales el objetivo principal es el cobro del rescate. Cuatro de las víctimas fueron rescatadas y dos fueron asesinadas por sus captores cuando los tenían en cautiverio.
Los victimados fueron el ganadero Eliberto Salatiel Salinas Martínez y su empleado José Arnulfo Martínez Santos a quienes secuestraron en Lamaní, Comayagua, el 12 de marzo de este año y seis días después los hallaron ultimados a balazos en el sector de la Pirámide en Comayagua.
Efectividad de Unidad Antisecuestros ha sido casi total
En el caso del ganadero y su empledo, la Unas capturó a seis de los captores, incluyendo al autor intelectual del secuestro.
En los cinco secuestros la afectividad de la Unas ha sido casi total porque se han capturado a 15 secuestradores. Este año a la fecha se han registrado cinco secuestros, cifra que es inferior al 2023 pues hasta junio se habían dado siete plagios.
Los montos exigidos por los secuestradores en cuanto a rescates este año es de 16,652,000.00 lempiras y la cuantía que se evitó pagar por la intervención de la Unas es de 15,392,000.00.
Conforme a esas cifras se evitó que se pagara un 94 por ciento del monto exigido por los secuestradores. La Unas tiene registrados este año cinco autosecuestros.