El dolor se apoderó ayer de la familia del pequeño Josué Jahir Matamoros Reyes, quien murió tras luchar por su vida al ser víctima, junto con su madre, de un accidente.
A eso de las 3:10 pm, el cortejo fúnebre llegó a un cementerio en la aldea Las Casitas, en la periferia de la capital, con los restos mortales del menor de nueve años.
Familiares, personas que asisten a la iglesia evangélica en la que se congrega la familia del fallecido y exjugadores de la Liga Nacional de Fútbol de Honduras llegaron al cementerio para solidarizarse con Rubén Matamoros.
El terraje del niño Josué Jahir se dio en medio de mucha consternación y llanto, debido a la manera en la que partió a tan corta edad.
El niño murió la tarde del martes en el Hospital Escuela después de tres días de luchar por su vida en una unidad de cuidados intensivos.
Él viajaba con sus otros dos hermanos, su padre Rubén y su madre Yeni Patricia Reyes Rodríguez cuando el sábado 30 de marzo el carro en el que iban fue impactado por otro vehículo en la carretera CA-5, en la aldea Zambrano.
