COMAYAGUA
Familiares de los reos que murieron calcinados hace 12 años en la granja penal de Comayagua exigen que les cumplan las promesas de la construcción de viviendas.
Fue el 14 de febrero de 2012, fecha en la que se celebraba el Día del Amor, que ocurrió el fatídico incendio en el que murieron 360 privados de libertad.
Ayer un grupo de parientes de los reos que perecieron se desplazaron hasta la entrada de la granja penal para honrar a sus muertos y hacer un llamado a las actuales autoridades gubernamentales para que estos les puedan cumplir las promesas que recibieron hace 12 años.
Desde hace varios años están esperando que les cumplan con la construcción de los hogares ofrecidos a las familias que perdieron a sus seres queridos en el siniestro. Una de las familiares manifestó a un medio de comunicación local que “están jugando con la humanidad de las personas y con las memorias de quienes murieron en el incendio”.
Al momento del siniestro, la cárcel contaba con 852 internos, muy por encima de su capacidad, 352 de los cuales fueron alcanzados por las llamas, además de una mujer que se encontraba en el lugar visitando a su marido. Otros siete reos murieron en el Hospital Escuela.