Cristopher Yadriell Quintanilla recién había llegado al laboratorio donde trabajaba en el barrio Barandillas de esta ciudad y decidió ir a comprar unas baleadas, pero a unos metros fue acribillado supuestamente por asaltantes.
El hombre de 35 años era un especialista en suelos y cementos, pruebas que se hacen en terrenos previo a la construcción, una labor que ejercía desde hace 15 años, según familiares que llegaron a la escena.
Ayer salió de su casa en la colonia Gracias a Dios, en Cofradía, como es de costumbre y se dirigió en su vehículo pick-up gris doble cabina rumbo a Barandillas. Sin embargo, le dio “jalón” a un sobrino en Cofradía, y se desvió al sector de Jardines del Valle, en donde dejó a su familiar, quien recordó que este le comentó que luego iría por unas baleadas con todo para comenzar su día con energía.
A eso de las 8:00 am, Quintanilla dejó su carro aparcado atrás de la escuela Soledad Fernández de Barandillas, en donde está el laboratorio de suelos en el que laboraba, y se fue caminando, pero a unos 50 pasos fue acribillado, muriendo al instante en la acera. Minutos más tarde las autoridades de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) se hicieron presentes a la escena con su unidad forense para hacer indagaciones y recabar datos para la investigación.
El hombre deja dos hijos huérfanos. Familiares en la escena aseguraron que no tenía amenazas ni enemistades y lamentaron su deceso violento. Vecinos pidieron mayor patrullaje, ya que se han incrementado los delitos en la zona.
Ayer a la 1:00 pm, sus familiares llegaron a la morgue sampedrana para reclamar sus restos, y exigieron a las autoridades que se haga justicia y que no sea un caso más en la impunidad.
LA PRENSA le consultó las hipótesis del hecho a la Policía Nacional, pero se limitaron a decir que realizarán las investigaciones correspondientes de las posibles causas y dar con los hechores criminales.