Luchar con las últimas fuerzas que le quedaban para salvar a su hijo de cinco años fue el último acto de amor de Sujaily Rocío Enamorado Euceda (23 años) antes de morir por calcinamiento.
La joven, junto a José Javier Mendoza Cortez (20), ambos residentes de Cofradía, murieron en el accidente del “rapidito” de la ruta Cofradía–San Pedro Sula que la mañana del domingo cayó a una hondonada y se ascendió por completo en la ribera del río Chamelecón, en la colonia Lempira.
En medio de la consternación, familiares de las víctimas retiraron ayer sus cuerpos de la morgue sampedrana, tras el reconocimiento realizado por Medicina Forense.
Una de ellas fue Karen Euceda, madre de Sujaily Rocío, quien devastada contó que su hija luchó por su pequeño hasta el último aliento. Pese a los golpes que recibió, logró sacarlo por la ventana del autobús y lo salvó de las llamas, aunque ella no pudo escapar.
"Mi hija iba al hospital Leonardo Martínez porque internarían al niño para operarlo de una hernia. Supe que lo sacó por la ventana del autobús, pero ya no tuvo fuerzas para salir y murió quemada", relató entre lágrimas.
Explicó que la autopsia reveló fracturas en el cráneo y quemaduras de segundo grado. Solo pudo reconocer a su hija por dos tatuajes: uno en la espalda y otro en el tobillo.
Sujaily Rocío, muy apreciada por sus vecinos, era madre de cinco menores: tres niños de 9, 5 y 4 años, y dos niñas de 7 años y una de apenas un mes de nacida. Según su madre, había luchado durante tres meses por conseguir un cupo para que operaran a su hijo. "El anhelo de ella era operarlo, estaba feliz porque lo logró. Solo pido a las autoridades que me ayuden a cumplir su sueño para que, desde donde esté, ella sepa que sí se hizo realidad", solicitó conmovida.
El accidente
El percance se registró alrededor de las 11:50 am, cuando el “rapidito” de la empresa Ética se dirigía de Cofradía hacia San Pedro Sula. Según testigos, seis pasajeros resultaron heridos y fueron trasladados a distintos centros asistenciales.
Autoridades del hospital Mario Rivas confirmaron que tres pacientes permanecen estables, entre ellos, el hijo de Sujaily. Los otros tres lesionados fueron llevados al Seguro Social, donde también están fuera de peligro.
La Dirección de Vialidad y Transporte investiga las causas del accidente. Testigos aseguran que el conductor, identificado por sus compañeros como Diego Enamorado (18 años), iba a exceso de velocidad. Su paradero sigue siendo desconocido.
“Mi pérdida es irreparable. Como madre exijo justicia y que la empresa de transporte responda por la irresponsabilidad de tener cipotes conduciendo buses”, denunció Karen Euceda.
El cuerpo de Sujaily Rocío será trasladado a San Luis, Santa Bárbara, donde hoy se realizará su sepelio.
Autoridades de Vialidad y Transporte, así como del Instituto Hondureño de Transporte Terrestre, no manejaban información sobre el conductor del rapidito.