Los pintores de carros Sergio Geovany Portillo Hernández y José Antonio Meraz Enamorado fueron víctimas de un secuestro exprés por miembros de la pandilla 18. Sus captores los mataron después de que su familia pagara rescate por su liberación.
Con el crimen de Portillo Hernández y Meraz Enamorado ya son tres los secuestrados asesinados este año por un grupo de esa estructura criminal identificada por la Policía como la Célula de El Kilómetro, liderada por los pandilleros Junior Josué Mejía, alias El Terror y otro identificado solo con el alias El Conejo, y que la Policía ya anda tras su pista.
Los análisis de la Policía establecen que Choloma es de nuevo el foco de los secuestros exprés y que los está cometiendo la referida célula por orden de uno de los cabecillas de la pandilla que está en prisión.
La primer víctima mortal de ese grupo delictivo fue Roberto Lenín Meza, un ejecutivo de una empresa cementera secuestrado en Choloma el 17 de mayo y el 26 de ese mismo mes lo encontraron ultimado en un sector montañoso de ese municipio, pese a que su familia pagó el rescate que exigían. El vehículo en el que andaba Meza se lo robaron sus captores.
En el caso de Portillo Hernández y Meraz Enamorado, quienes eran socios y dueños de un taller de pintura de vehículos en San Pedro Sula, fueron encontrados ultimados a balazos el martes 6 de agosto en la colonia Misisipi, en el sector de El Kilómetro, en Choloma.
Las averiguaciones de la Policía establecen que los socios se desplazaron el lunes a Choloma, donde residían, a traer un carro que iban a pintar y a eso de las 3:00 de la tarde los vieron por última vez cuando almorzaron en la casa de Sergio Geovany Portillo en el sector de La Jutosa.
Según lo informado, horas más tarde los familiares de los pintores fueron contactados por individuos que les manifestaron que los tenían en su poder y les exigieron el pago de un rescate para liberarlos.
Denunciaron después de pagar rescate
Las autoridades policiales informaron que los parientes de los ahora occisos fueron a interponer la denuncia en horas de la madrugada del martes, al ver que no les entregaban a los secuestrados, pese a que ya habían pagado un rescate de 70,000 lempiras.
Las averiguaciones policiales establecen que quienes secuestraron a Portillo Hernández y Meraz Enamorado son integrantes de la Célula de El Kilómetro de la Pandilla 18. El carro turismo en el que andaban se lo robaron los pandilleros.
En 2022 se registró una alta incidencia de ese delito en Choloma, pero se frenó con la intervención de la Policía con la Unidad Nacional Antisecuestros (Unas) en ese sector que tuvo como resultado la captura de varios cabecillas de la Pandilla 18, entre ellos los cerebros de los secuestros exprés Cristian Enrique Rápalo Zelaya, alias Pingo, y José Ángel Interiano Mercado, alias El Conejo, este último, según la Policía es quien está ordenando los secuestros desde la prisión.
Este año se han registrado en Choloma ocho secuestros exprés
A raíz de esas capturas en 2023 los índices de ese ilícito bajaron a cero porque no se reportó ningún caso en Choloma, pero este año han resurgido porque oficialmente la Policía tiene conocimiento que se ha registrado el secuestro exprés de cuatro personas, pero según información bajo línea ha habido cuatro personas más privadas de su libertad en lo que va del año.
Las indagaciones de las autoridades establecen que el principal blanco de los secuestros exprés siempre sigue siendo la clase media como pasaba en 2022, entre ellos comerciantes microempresarios y dueños de pequeños negocios.
Los estudios de la Policía indican que la clase media es el blanco porque no son secuestros selectivos ni estudiados, sino que básicamente el objetivo de los pandilleros en primera instancia es el vehículo que andan las víctimas al cual le dan seguimiento para robarselo.
Los pandilleros buscan la hora y el lugar indicado para robarse el carro y privar de su libertad al dueño para exigir el rescate que por lo general son de baja cuantía para que el pago sea rápido.
Según las averiguaciones policiales, los carros que se roban los pandilleros por lo general los pasan para Guatemala.
Uno de los problemas que enfrentan las autoridades es que como los plagiarios exigen pequeñas cantidades de dinero, los familiares de las víctimas primero pagan y denuncian hasta después.
Las autoridades indicaron que eso pasó en los casos de los dueños del taller de pintado de carros y del ejecutivo Roberto Lenín Meza.
De acuerdo a la Policía, esa situación afecta porque al no denunciar rápido, el margen de maniobra para las autoridades es poco para realizar las primeras pesquisas que son importantes en el proceso investigativo