El seguimiento que brindan las autoridades a través de las cámaras del Sistema Nacional de Emergencia 911 en actos delictivos no tuvo un impacto certero en la masacre donde cuatro jóvenes, incluido el hijo del expresidente Porfirio Lobo Sosa, fueron asesinados.
Se realizó un recorrido por el bulevar Morazán, donde se suscitó el desagradable suceso, y evidenció que en un radio de un kilómetro hay ubicadas 31 cámaras de seguridad del 911 con sus potentes lentes.
Se evidenció que todas las posibles rutas que pudieron haber seguido los maleantes estaban cubiertas por las cámaras, pero no se ejecutaron acciones.
Los perpetradores del crimen contra los jóvenes usaban pasamontañas al momento de efectuar el ataque.
Capturados
Tres personas, una mujer y dos hombres son los primeros capturados por estar vinculados en la masacre que terminó con la vida de cuatro personas, incluido Saíd Lobo, hijo del expresidente Porfirio Lobo Sosa.
Las aprehensiones se realizaron en la residencial Miraflores Sur, donde desde ayer a tempranas horas se montó un operativo de saturación para tratar de llegar a los sicarios.
Los capturados responden a los nombres de Kevin Vargas Cerna (22) y Luis Enrique Obando (25), supuestos miembros de la pandilla MS, mientras que la mujer no fue reportada por las autoridades.
En la zona también se recuperó el vehículo “pick-up”, color negro, Amarok que utilizaron los malvivientes para movilizarse en la masacre.
El vehículo fue identificado debido a las marcas de pintura en la parte de atrás de la paila producto del choque que tuvo con un vehículo Honda Civic dorado que se interpuso en su camino en el momento del hecho.
También tenía dos impactos de bala en el mismo lado de la paila producto del enfrentamiento que tuvieron con el guardaespaldas de una de las víctimas.
