San Pedro Sula, Honduras.
Al menos 16 cuerpos de personas fallecidas a causa del COVID-19 o con sospechas del mismo se encuentran almacenados en un contenedor en los alrededores del hospital Mario Rivas de San Pedro Sula, al norte de Honduras.
Según las autoridades del centro hospitalario, estas personas fallecieron semanas atrás y ya están en la lista de 180 muertos que hasta este domingo 25 de mayo, contabilizaba el Sistema de Gestión de Riesgo (Sinager).
Entre los fallecidos están personas de todas las edades, incluyendo una hondureña con nacionalidad estadounidense que según los datos de la misma, estaba pasando unas vacaciones en el país cuando se contagió, llegó al hospital a reportar sus síntomas y a los días falleció por el coronavirus.
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Según el protocolo establecido por la Secretaría de Salud, estos cuerpos no podrán permanecer más de dos días en dicho contenedor. Si no son reclamados en las próximas horas, serían enterrados en fosas comunes.
Este lunes 25 de mayo, varias funerarias llegaron hasta el lugar para sustraer al menos tres de los cadáveres que allí permanecían y cuyos parientes ya habían hecho las gestiones.
Las autoridades de Honduras confirmaron este domingo 207 nuevos contagios de coronavirus, lo que eleva a 3,950 casos positivos, y extendieron hasta el 31 de mayo el toque de queda que rige desde mediados de marzo, como medida para frenar la pandemia.
De ellos, 136 casos se reportan en el departamento de Cortés, en el norte del país, la región más afectada.
El departamento de Francisco Morazán, en el centro de Honduras y donde se localiza Tegucigalpa, registra 56 nuevos contagios; Choluteca (6); Comayagua (4); Yoro (3); Ocotepeque (1) e Intibucá (1).
