LA CEIBA.
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Estamos impactados, descubriendo esto después de tantos años, y es angustiante. Nos hace sentir mucho dolor”, dijo Murillo al canal local KETV, afiliado a la cadena CNN. Según la publicación, la Policía cree que Murillo Moncada fue a la tienda adonde trabajaba y se subió a los refrigeradores antes de caer entre estos y la pared. Cualquier intento de auxilio fue imposible. Los agentes siguen preguntándose cómo pasaron inadvertidos los olores que emanaban de sus restos en descomposición.
La muerte del hondureño Larry Murillo Moncada, cuyo cuerpo fue encontrado en esqueleto una década después de haber desaparecido en Estados Unidos, sigue sin ser comprendida por sus familiares, tanto en aquella nación como en Honduras, ya que su comportamiento dijeron que era admirable.
El hondureño fue declarado desaparecido por sus padres en noviembre de 2009 en Estados Unidos. En enero de este año, restos óseos fueron encontrados en un edificio abandonado adonde funcionó un supermercado en el que él laboró.
Su padre Víctor Murillo relató a medios estadounidense que su hijo salió molesto de su casa en Council Bluffs, Iowa, la noche del 28 de noviembre de 2009, días después lo declararon desaparecido en la Policía de esa localidad.
Diez años después, unos trabajadores que hacían limpieza en un supermercado abandonado encontraron un cuerpo humano en medio de unos refrigeradores. Luego de los análisis de ADN a los padres y al compararlos con el cadáver, la Policía determinó hace unos días que se trataba de Murillo Moncada. Ahora Víctor Murillo exige respuestas a este caso que los atormentó por una década.
| Dolor. Eli Murillo, primo de Larry Murillo, recordó los tiempos cuando ambos vivían en Sonaguera.
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“Cerraron el edificio. Los congeladores ya no funcionaban. Entonces, ¿cómo puede un cuerpo simplemente estar allí?”, se preguntó el padre angustiado, quien dijo al canal estadounidense que está en el proceso de presentar la documentación para recuperar el cuerpo de su hijo. Recordó que la noche del 28 de noviembre cuando su hijo se fue enojado de su casa, “salimos a buscarlo, mi esposa y yo. Otro amigo vino a ayudarme. Nos levantamos temprano y no pudimos encontrar nada. Sentí que la tierra se lo había tragado por completo”.
El joven hondureño nació en La Ceiba y creció en Sonaguera, Colón, sus familiares aquí siguen atónitos por lo sucedido. “Él era un muchacho ejemplar, educado, sin vicios, obediente a sus padres, así era y así lo vamos a recordar”, expresó Eli Murillo Almendárez, primo hermano del hoy difunto, y con quien compartió momento cuando él estudió en EUA.
Recordó que Larry nació en La Ceiba y en un tiempo se fue con sus padres a Sonaguera, y luego partieron a Estados Unidos. “Ellos vinieron a vivir con mis abuelos, yo viví con mis abuelos y nos llevábamos bien con él. Nos ha conmocionado mucho, él era aplicado con sus estudios, se graduó en Estados Unidos con honores. Tanto sus padres como nosotros guardábamos la esperanza de que estuviera vivo, que algún día lo íbamos a encontrar con vida”, lamentó.
