25/04/2024
01:36 AM

“Necesitamos una Honduras y un mundo entero más en paz”

Los católicos lucían conmocionados por volver a realizar el recorrido de las 15 estaciones, en donde se recrea la Pasión y Muerte de Jesús.

SAN PEDRO SULA.

Con emoción, devoción, arrepentimiento y mucha fe, decenas de feligreses participaron ayer en la procesión de viacrucis, que recrea la Pasión y Muerte de Jesucristo a lo largo del camino hasta el calvario.

Pasaron dos años desde la última vez que los católicos pudieron conmemorar la Pasión y Muerte de Jesús, debido a las restricciones por la pandemia.

Es por ello que la feligresía estaba contenta por retomar esta importante actividad eclesiástica durante el Viernes Santo.

Durante las 15 estaciones se recordó el sufrimiento de Jesús hasta su muerte, y en memoria del padre Quique se desarrolló el viacrucis de la parroquia San José en el barrio Medina.

El recorrido, conformado por 15 estaciones que recrean el sufrimiento vivido por Jesús desde su condena, crucifixión, muerte y resurrección, comenzó a las 6:00 am desde la catedral San Pedro Apóstol.

El desfile recorrió la ruta por la primera calle hacia el este, pasando por la avenida Junior, subiendo la 7 calle hasta llegar al instituto María Auxiliadora, y retomando nuevamente la primera calle hasta culminar en la catedral.

“Rezad el rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra”, decía el mensaje escrito en una pancarta elevada por un católico en la segunda estación, que rememora a Jesús cargando la cruz siendo escoltado por los soldados.

El padre ya había comenzado a preparar esta y otras actividades antes de su muerte.

En la quinta estación, Jesús es ayudado a cargar la cruz por Simón el Cirineo, ahí la parroquia hizo una alfombra de aserrín en donde estaba escrito en grande “Queremos la paz” y a los lados “Ucrania” y “Rusia”.

Los enfermos también fueron representados en la sexta estación, en la 7 calle, y que personifica a Jesús cayendo por segunda vez con la cruz.

Monseñor Ángel Garachana, obispo de la diócesis de San Pedro Sula, que como todos los años encabezó la procesión, expresó que el Viernes Santo se recuerda la Pasión de Jesús, pero “en la cruz del Señor están reflejadas como en un espejo las cruces de la humanidad entera, en la cruz del Señor está el sufrimiento de los enfermos, el dolor de los pobres, el grito de los excluidos, las lágrimas de quienes sufren los efectos de la guerra, el sentimiento de desesperanza, que no ven sentido a la vida.Contemplando entonces al Señor nos sentimos entrañablemente amados por el Señor y nos motivamos para amar nosotros, ser solidarios con todos los que cargan las cruces del sufrimiento”.

“Necesitamos una Honduras y un mundo entero más en paz”

Recordando el sacrificio de Jesucristo para expiar nuestros pecados, el obispo llama a la reflexión.

Jesús en la cruz dijo: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen. Contemplando la cruz del Señor nos vemos nosotros pecadores perdonados y amados y reconciliados. Si yo me siento perdonado, amado y reconciliado por Dios de la misma manera tengo yo que pedir perdón, construir la paz, trabajar por la reconstrucción.Necesitamos una familia, una Honduras y un mundo entero mucho más en paz, mucho más reconciliado y capaz de otorgar paz”, expresó el obispo.

Meditando, reflexionando y rezando, la feligresía finalizó a las 8:43 de la mañana el recorrido por las estaciones en la catedral.

En la parroquia San José del barrio Medina también se representó el viacrucis, que el padre Enrique Vásquez había comenzado a preparar antes de ser asesinado el pasado 2 de marzo.

En homenaje al querido y recordado padre Quique, los jóvenes continuaron ensayando hasta representar ayer el viacrucis.