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Más de seis horas diarias pasan jóvenes en las redes sociales

  • 18 mayo 2014 /

Orientadores concuerdan en que el ataque masivo de la tecnología se ha conectado con la falta de atención de los padres.

San Pedro Sula, Honduras

Más de la mitad de los estudiantes de colegios públicos de San Pedro Sula carecen de la atención de calidad de sus padres y encargados, volviéndolos susceptibles a todo tipo de amenazas sociales, aseguran orientadores de los centros educativos.

Los maestros que velan por el bienestar académico y psicológico de los estudiantes explican que no solo se trata de ir al colegio a traer calificaciones ni estar al tanto de cuánto dinero necesitan sus hijos. “Lo importante es la comunicación genuina que tengan padres e hijos”.

Expertos

LA PRENSA consultó a seis orientadores que coinciden en que, en muchas ocasiones, las autoridades del hogar intentan “sustituir” este tiempo de calidad “premiándolos con regalos modernos como celulares y otros implementos de moda, que lejos de hacerles comprender lo que ellos intentan, los alejan y vuelven dependientes a estos regalos.

Un estudio del psicólogo Jacinto Hernández, del centro de salud Miguel Paz Barahona, a jóvenes de un colegio de San Pedro Sula determinó que estos invierten más de seis horas al día en el uso de las redes sociales y en conversaciones por mensaje de texto o llamadas telefónicas. En total gastan más de L250 diarios para mantener activos los servicios “que los entretienen cuando están solos”.

Las secuelas quedan en evidencia en las aulas de clase. Los estudiantes bajan su rendimiento académico, en muchas ocasiones se ausentan de los colegios y en el peor de los casos terminan en embarazos prematuros o inclusión en pandillas. Según la Secretaría de Educación, 600 estudiantes de media desertan al año por diferentes razones.

El distanciamiento de padres en los colegios, según los expertos en psicología social, se debe a la crisis económica que obliga a los padres a pasar la mayoría del tiempo en sus trabajos para sostener los estudios o la alimentación de su familia; en otros casos, la desintegración familiar condena a los menores a vivir solo con uno de sus padres o con abuelas, que no suplen cabalmente las necesidades emocionales.

“La falta de atención, premeditada o no, genera siempre que en los momentos cruciales los adolescentes no tengan alguien de confianza que los oriente. Al final se forman con convicciones equivocadas que los adultos inmaduros les implantan”, dijo el sicólogo Asnar López.

“Hemos encontrado muchos casos de jóvenes que sufren maltratos, a quienes las malas amistades los absorben y son quienes deben darle consejos. Vemos cómo esto es más fuerte que lo que tienen en casa y al final se pierden. Los padres deben estar pendientes”.

Estudiantes le cuentan a sus orientadores, quienes deben ingeniárselas para que confíen en ellos, como sus abuelos o padres les dicen que “no sirven para nada”, y esto influye en sus conductas.

Alternativas

La Secretaría de Educación utiliza la doble jornada y los sábados cívicos para mantener más tiempo en la escuela y los colegios a los adolescentes, pero, sin la fuerza mayor de sus padres, esto no es suficiente.

Sara Doris Sambulá, directora departamental de Educación de Cortés, afirmó que una de las soluciones que plantean en los centros educativos es la formación de escuelas para padres.

En la actualidad, estas escuelas solo se ofrecen en el Intae y algunas escuelas en los sectores rurales de la ciudad.

Escuela para padres

En el Instituto Tecnológico de Administración de Empresas (Intae), la reprobación disminuyó y la comunicación entre padres, maestros y alumnos mejoró desde 2013 gracias a la inclusión de la escuela para padres.

“Aprovechamos la escuela para padres para inculcarles ciertos consejos con el fin de mejorar la relación con sus hijos y estar pendientes de su rendimiento escolar y de sus amigos”. Muchos padres de familia testifican sobre el cambio positivo que ha tenido el desempeño de sus hijos y la comunicación entre ellos.

“Tengo claro dónde está mi hijo y qué debo hacer para que resuelva sus debilidades académicas. Ha sido una gran alternativa la escuela”, dijo Leonor Mejía, madre de familia del Intae.