A pesar de los operativos ejecutados por la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT), muchos conductores continúan incurriendo en faltas graves. En lo que va del año, los agentes policiales han decomisado más de 3,000 licencias por conducir en estado de ebriedad solo en la ciudad de San Pedro Sula.
Debido a los constantes operativos, las autoridades reportan un balance positivo en materia de seguridad vial durante el presente año. Según el último informe oficial, en lo que va de 2025 se ha registrado una reducción de 104 personas lesionadas en accidentes de tránsito, en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Este descenso representa una señal alentadora en medio del creciente desafío que suponen los accidentes de tránsito en las principales ciudades del país, particularmente en San Pedro Sula, una de las urbes con mayor volumen vehicular y densidad poblacional.
De acuerdo con el jefe regional de la DNVT, comisionado Carlos González, uno de los factores determinantes en esta reducción ha sido la intensificación de los controles de alcoholemia, dejando este año más de 3,000 licencias de conducir decomisadas a personas sorprendidas manejando bajo los efectos del alcohol.
“El 20% de estos conductores detenidos por estado de ebriedad estuvieron involucrados en accidentes que provocaron pérdidas humanas, personas con lesiones de gravedad y daños a la infraestructura vial. Es una cifra alarmante que nos obliga a seguir actuando con firmeza”, expresó González.
Las autoridades destacan que las medidas implementadas, como los operativos móviles en puntos críticos, las caravanas de seguridad vial y las pruebas de alcoholemia aleatorias, han tenido un impacto directo en la disminución de incidentes.
“Los puntos de control están siendo rotados constantemente para no generar patrones que los conductores puedan predecir. Nuestra prioridad no es multar, sino salvar vidas”, enfatizó el funcionario.
A pesar de estos avances, la DNVT advierte sobre la continuidad de prácticas peligrosas como las carreras clandestinas o “piques”, una actividad que ha cobrado fuerza entre jóvenes, muchos de ellos menores de edad, especialmente durante las noches y fines de semana.
Estos eventos ilegales no solo ponen en riesgo la vida de los involucrados, sino también la de peatones y otros conductores inocentes. Las autoridades han iniciado coordinaciones con la Policía Nacional y las municipalidades para intervenir en zonas detectadas como focos de estas carreras.
Conducción temeraria: consecuencias legales graves
Las autoridades de la DNVT recuerdan a la ciudadanía que la conducción temeraria está tipificada como delito en el Código Penal hondureño, con penas que van desde seis meses hasta dos años de prisión, así como la suspensión de la licencia de conducir por hasta seis años. Si la acción imprudente ocasiona lesiones o fallecimientos, las penas pueden duplicarse.
Conscientes de que la educación vial es un pilar fundamental para reducir los accidentes, la DNVT mantiene activa su campaña “Hazte Visible”, que promueve el uso de cintas reflectivas, el respeto a los límites de velocidad, el uso del cinturón de seguridad, el casco para motociclistas y la responsabilidad al volante.
“Estamos trabajando también en centros educativos, empresas privadas y organizaciones comunitarias para llevar el mensaje de seguridad vial a más personas. El cambio comienza con la conciencia individual”, afirmó González.
Finalmente, la DNVT hace un enérgico llamado a la población para que asuma su rol en la prevención de accidentes. “Evite el alcohol si va a conducir, respete las señales de tránsito, y recuerde que cada decisión al volante puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte”.
Según el Observatorio Nacional de la Seguridad Vial, los accidentes de tránsito constituyen una de las principales causas de muerte en Honduras, superando incluso a enfermedades crónicas y homicidios en algunas regiones del país.