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Ingeniero fabrica hermosos y precisos relojes de madera

  • 24 diciembre 2021 /

Este ingeniero industrial fabrica en su taller las piezas de plywood para ir juntándolas con paciencia y precisión.

SAN PEDRO SULA. Tendría unos siete años de edad cuando a Gustavo Camilo le entró la curiosidad por saber cómo funcionaban los carritos y otros juguetes eléctricos que le regalaban en Navidad. Sin importarle si estaban nuevos, los desarmaba y armaba o les sacaba el motor para instalarlo en otro juguete de su creación.

Sus padres que observaban sus geniales travesuras cuando vivían en la colonia Jardines del Valle, no se imaginaron que, ya graduado como ingeniero industrial, retomaría su hobby para poner en funcionamiento complicados relojes con finas piezas fabricadas por él.

Pasa horas tras horas en su taller para armar a la perfección sus obras, también se pueden ver en FB: pazwoodcraft.

“Cuando era niño, Gustavo Camilo Paz tenía su rinconcito en la casa adonde se ponía a hacer sus cosas. Una vez salió mostrándome un barquito hecho de corcho blanco al que le instaló un motor con hélice. Lo puso a trabajar en la pila y después lo llevaba con él a los ríos para echarlo a navegar”, comenta su padre Gustavo Paz Fajardo.

También se entretuvo haciendo pistolitas de madera que funcionaban con un mecanismo a base de ligas de hule, y lanzaban proyectiles también de hule.

Las matemáticas, que fueron su materia favorita desde la escuela, le ayudaban a ejecutar con precisión estos juguetes. Los números lo siguen auxiliando en el diseño y fabricación de los relojes que dejan estupefactos a quienes ven cómo sus diminutos engranajes de plywood se coordinan para ordenarles a las agujas que marchen al compás del tiempo.

“En este arte, las matemáticas son indispensables para tomar medidas milimétricas de ángulos o para calcular pesos en onzas o gramos, como en el caso de los relojes que funcionan mediante la oscilación de un péndulo”, explicó el artista.

Gustavo Camilo Paz junto a sus padres y sus dos hijas Ariana y Camila, ambas talentosas pianistas.

Muchas personas que han visto la perfección con que están hechos sus cronómetros creen que Gustavo Camilo Paz ha sido relojero; pero resulta que ni siquiera usa reloj en su muñeca, ni ha sido coleccionista de estos aparatos.

Las doce campanadas.Cuando comenzó a elaborarlos usaba herramientas rudimentarias, pero a medida que perfeccionaba su técnica iba adquiriendo otras más sofisticadas, de tal manera que ahora tiene un taller bien equipado en su casa de la colonia Villa San Antonio en el bulevard Mackay.

El 95% de las piezas de estas obras de arte , es hecho a mano, dijo su padre. La sensibilidad puesta de manifiesto en el trabajo por este ingeniero de 42 años proviene de la vena artística que heredó de la familia tanto de su padre como de su madre, cuyos miembros en su mayoría han sido músicos.

Los relojes, de diferentes estilos y figuras, como un colibrí, los elabora por pasatiempo en los ratos que le quedan libres después de cumplir con sus obligaciones, no como ingeniero industrial, sino como regente de un laboratorio químico.

Algunos de los relojes de péndulo que expone Paz a sus vecinos en la residencial Villa San Antonio de San Pedro Sula.