Mientras el sol comenzaba a iluminar las calles de la Capital Industrial, una brillante luz se apagaba en México, causando tristeza en el corazón de muchos sampedranos que lamentaron su partida.
Eran cerca de las 7:30 de la mañana del sábado, cuando fue confirmado el deceso de la ilustre María Teresa Campos de Pastor, una historiadora de origen mexicano que amó a San Pedro Sula como solo pocos lo han hecho.
De cabello largo y ojos azules que se iluminaban al hablar de la historia de esta ciudad, Doña Teresita, como solían llamarla de cariño, nació en Ciudad de México el 25 de mayo de 1945.
En una entrevista reciente con LA PRENSA, contó que heredó su pasión por las artes y la historia de sus padres, Mauricio de María y Campos y Teresa Castelló Yturbide, conocedores de la cultura azteca.
En una entrevista reciente con LA PRENSA, contó que heredó su pasión por las artes y la historia de sus padres, Mauricio de María y Campos y Teresa Castelló Yturbide, conocedores de la cultura azteca.
Doña Teresita era doctora en Historia, Antropología, Museógrafa, escritora y analista, realizó diversas investigaciones en México y Honduras.
En 1975 contrajo matrimonio con el hondureño Rodolfo Pastor Fasquelle, un destacado historiador, político, periodista y poeta, con quien procreó tres hijos: Camila, Rodolfo y Jerónimo, a quienes consideraba lo más valioso de su vida.
Tiempo después, la señora Daysi Fasquelle, la invitó a formar parte del grupo que se encargaría de acondicionar la escuela Francisco Morazán para instalar el Museo de Antropología e Historia, que dirigió durante 29 años.
De acuerdo con familiares, Doña Teresita había viajado a México hace unas semanas para someterse a una intervención quirúrgica, pero lamentablemente falleció a sus 78 años.
Campos, quien era madre del ministro de la Presidencia, Rodolfo Pastor, obtuvo la nacionalidad hondureña, por lo que se está a la espera de la repatriación de su cuerpo para darle el último adiós en Honduras.
