Tres hondureñas y un español son los finalistas de la décima edición del Premio Quetglas, un premio a la caridad hecha persona, galardón que será entregado mañana en una ceremonia que tendrá lugar en al Capital Industrial.
Soledad Donaire, Jenny Mains, Marcela Fernández y el padre de origen español Patrocio Larrosa, son los cuatro altruistas seleccionados que a través de sus buenas acciones han logrado contribuir de forma positiva en la vida y entorno de miles de personas con grandes necesidades y retos.
Durante casi un mes la fundación de Obras Sociales Vicentinas (Osovi), mantuvo abiertas las nominaciones para el Quetglas 2023, periodo en el fueron recibidos perfiles de muchos participantes, pero finalmente fueron cuatro los elegidos gracias a su impacto en las áreas de educación, salud, música y alimentación.
Inspirador
Marcela Carolina Fernández es quien está detrás del Proyecto Uremu, un organismo que provee formación musical gratuita en sectores de alto riesgo en San Pedro Sula desde hace ocho años. Uremu significa “música” en la lengua garífuna, y según Marcela la eligieron para resaltar nuestra identidad cultural, folklore y riqueza étnica.
“Enseñamos la música como una herramienta que ayuda al desarrollo artístico humanitario. Es un sueño propio porque gracias a la música tuve la oportunidad de estudiar en el extranjero y me di cuenta cómo puede abrir puerta”, reflexionó la finalista.
Incansable
Para la doctora Jenny Mains, la falta de oportunidades económicas que sufrió durante su niñez, fueron el motor para que en la actualidad junto a su esposo hayan fundado la organización CRC We Care! We Share! La fundación centra sus ayudas en diferentes áreas y sectores, como lo explica su fundadora.
“En ella está el alimentar a 600 niños de la Rivera Hernández, proveer estudio para 30 menores becados de Mhotivo y cinco que están en la universidad y para el resto proveer todo sus necesidades escolares. Hemos construido cinco casas en la Rivera y apoyamos al centro Ceer”, detalló Mains.
Nobles
La Asociación Colaboración y Esfuerzo Honduras (Acoes) se fundó en 1993 por el sacerdote Patricio Larrosa,, que al ver la gran necesidad de la población se propuso ayudar junto a un grupo de jóvenes hondureños.
Es una organización constituida en Tegucigalpa, pero con presencia en 12 departamentos, que a través de los proyectos educativos que desarrolla, fomenta la solidaridad y trabaja para la educación y el desarrollo integral del ser humano en los sectores de población más desfavorecidos.
Soledad Donaire por su parte cuenta con la fundación Eagle & Orange, enfocada en identificar las necesidades de grupos sociales vulnerables, para apoyarlos con alimento y otro tipo de obras sociales.
“Eagle & Orange tiene como objetivo trabajar para ser conector entre aquellos que pueden y quieren dar, son muchos los necesitados en nuestro país, pero también somos muchos los que deseamos ayudar, gracias a todas las personas que hicieron posible todo esto”, menciona la organización en su página de Facebook.
Mañana uno de estos cuatro finalistas se alzará con el galardón del Premio Quetglas 2023 en una ceremonia con muchas sorpresas e invitados.