Un panorama poco favorable en temas migratorios, avizoran para el país alguno expertos en la materia, como consecuencia de varios factores detonantes.
Por un lado, el impacto en la economía nacional por la pérdida de más de 50,000 empleos el año pasado, lo cual se verá reflejado para 2025 en un incremento significativo en el número de personas que diariamente se aventuran a la ruta migratoria con rumbo a Estados Unidos.
El cierre de varias empresas maquiladoras en Honduras entre 2022 y 2024, y el anuncio de otras para el año actual, serían solo la punta del iceberg de lo que podría convertirse en una emergencia nacional, para la que el Gobierno y organizaciones civiles deberían prepararse.
Así lo consideró Nelson García Lobo, director ejecutivo de la Comisión de Acción Social Menonita (CASM), quien prevé que la suma de estos y otros elementos dispararán las deportaciones al país desde Norteamérica casi a un 100%.
“Hay muchos migrantes que se están entregando, especialmente los que saben que es inminente su deportación, entonces mejor se entregan para ahorrarse el pasaje de retorno”, indicó García Lobo.
La promesa de Donald Trump, presidente electo de los Estados Unidos, de usar la aún vigente Ley de Enemigos Extranjeros, aprobada en 1798, cuando llegue al poder, también se une las medidas anunciadas por el próximo mandatario para tener cómo sustentar sus deportaciones masivas.
Esta legislación va enfocada al tema de criminalización para los migrantes residentes en Estados Unidos, por lo que cualquier extranjero es candidato a ser repatriado.
Por si fuera poco, Trump también amenazó con poner sanciones económicas a Canadá y México, si no controlan el flujo y entrada de migrantes por sus fronteras.
