Con determinación, el apoyo de su familia y la comunidad educativa, Marcelo Antonio Flores Amaya alcanzó ayer uno de los logros más importantes de su vida, graduarse como Bachiller Técnico Profesional en Informática en el instituto José Trinidad Reyes.
Su historia de superación fue reconocida y aplaudida durante las graduaciones realizadas el miércoles 17 de diciembre, en las que el centro educativo entregó 575 nuevos profesionales a la sociedad.
Marcelo, de 18 años, es no vidente desde su nacimiento, una condición que nunca definió sus límites ni apagó sus sueños. Por el contrario, se convirtió en un motor para esforzarse cada día y demostrar que una discapacidad no es un obstáculo cuando se tiene voluntad, disciplina y mucha fe.
Durante la ceremonia vespertina, el joven recibió un reconocimiento especial por parte de las autoridades del instituto. El director, Wilson Mejía, fue el encargado de entregarlo y dedicarle emotivas palabras que emocionaron a los presentes.
Al ser llamado al escenario, Marcelo fue recibido con una ovación de aplausos por parte de sus compañeros, reflejo del respeto, cariño y admiración que se ha ganado a lo largo de estos años, convirtiéndose en uno de los momentos más emotivos de la ceremonia.
“Marcelo es un joven no vidente y ese reto no le impidió cumplir sus sueños. Cuando nos fijamos metas o aspiramos a algo, no importa la condición que tengamos ni las fuerzas que se opongan; si queremos, podemos lograrlo”, expresó Mejía.
“Es un ejemplo de que la determinación y el esfuerzo hacen posible lo extraordinario, y nos recuerda que los sueños se alcanzan con el corazón y una voluntad firme”, agregó.
Como parte del reconocimiento, también fue homenajeada Reina Margarita Amaya, madre de Marcelo, por el apoyo incondicional que ha brindado a su hijo.
“El instituto José Trinidad Reyes otorga el presente reconocimiento a Reina Margarita Amaya por su amor inagotable, su fe inquebrantable y su apoyo constante, pilares fundamentales del sueño alcanzado por su hijo Marcelo Antonio Flores Amaya”, destacó el director.
Visiblemente emocionado, Marcelo agradeció a Dios por permitirle alcanzar esta meta y extendió su gratitud a su familia, maestros y compañeros. “Primero quiero darle gracias a Dios por haberme permitido llegar hasta aquí. También a mi madre, mi padre, mi familia, compañeros que siempre han estado ahí y a mis maestros”, expresó, al tiempo que felicitó a sus compañeros graduandos.
Su madre, Reina Margarita Amaya, compartió que la familia reside en la colonia Sandoval Sorto y que Marcelo inició su formación en la escuela Luis Braille cuando tenía dos años y medio.
En este lugar aprendió a desplazarse con el bastón y a leer y escribir en braille, habilidades que fueron fundamentales para su posterior integración al sistema educativo regular.
Marcelo continuó su formación en el instituto José Trinidad Reyes y, al llegar a la educación media, decidió estudiar informática, motivado por su interés por la tecnología desde la infancia.
Entre los planes a futuro de Marcelo está estudiar inglés e ingresar a la universidad para estudiar una ingeniería en informática.
Finalmente, Reina Margarita Amaya destacó el acompañamiento permanente de los docentes, el personal del instituto y el cariño de los compañeros de Marcelo, quienes han sido parte fundamental en este camino de esfuerzo, perseverancia y sueños cumplidos.