Decenas de feligreses de la Iglesia Católica se reunieron ayer por la tarde en la Capital Industrial para inaugurar el Año del Jubileo o Año Jubilar 2025.
El punto inicial del encuentro fue la Plaza de las Banderas, donde autoridades eclesiásticas y creyentes se congregaron para dar gracias a Dios por las bendiciones del año que se va y recibir santificación y buenas nuevas del año venidero.
Estos actos van de la mano con los celebrados el 24 de diciembre por el papa Francisco, quien abrió la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, un gesto con el que se dio comienzo al Jubileo 2025, bajo el lema “Peregrinos de esperanza”, por lo que ayer fue el turno de apertura del resto de las iglesias a nivel mundial.
De acuerdo con los clérigos, el Año Jubilar ocurre cada 25 años, y es considerado un ciclo de esperanza para todos, especialmente para quienes sufren el flagelo de las guerras, los efectos persistentes de la pandemia y la crisis del cambio climático.
Solemnidad
Tras un breve mensaje, se realizó una procesión desde plaza Las Banderras, recorriendo la primera calle hasta llegar a la catedral San Pedro Apóstol.
La procesión estuvo encabezada por la cruz procesional, la imagen de la Virgen María, así como también por monseñor Miguel Lenihan, primer arzobispo de la Provincia Eclesiástica de San Pedro Sula, y monseñor Ángel Garachana, obispo emérito de la ciudad.
En el templo, los feligreses hicieron los diferentes ritos de la bendición y la aspersión del agua bendita antes de iniciar la misa, la cual comenzó siendo oficiada por monseñor Miguel Lenihan, pero debido a un problema de salud que sufrió durante la prédica, fue sustituido por monseñor Ángel Garachana.
El arzobispo fue auxiliado de inmediato.
