San Pedro Sula, Honduras.
Una Honduras sin un plan a largo plazo que garantice el desarrollo cultural y la reducción de la pobreza no podrá detener la migración ilegal de menores hacia Estados Unidos.
Así lo indica Monseñor Ángel Garachana, obispo de la Diócesis de San Pedro Sula, en una entrevista a LA PRENSA, donde manifestó su preocupación por el futuro de la ciudad, ya que asegura hasta ahora no han habido cambios significativos en la lucha contra la ola delincuencial en la capital industrial.
-San Pedro Sula ha sido catalogada como una de las ciudades más violentas ¿Que piensa de eso?
La imagen que el mundo tiene de Honduras es muy negativa. Yo voy a España y en los medios de allá lo que se publica de aquí son las noticias más dramáticas. No niego esa realidad de Honduras, pero creo que no es tanto como lo hacen parecer, hay que resaltar lo positivo del país.
-¿Que piensa sobre la ola de menores migrantes retornados a Honduras?
Las causas apuntan a dos factores, la falta de recursos para desarrollarse y la violencia. Para mi es una muestra dramática sobre lo que no está ofreciendo Honduras, que son los medios más idóneos de educación, de cultura, de trabajo y de seguridad a los niños.
-¿Que debe hacer el Gobierno ante está problemática?
Acoger a los niños retornados y darles seguimiento garantizando que reciban educación y no anden en las calles porque en las calles son presos de la delincuencia. Se necesita un plan a mediano plazo que nos garantice un mayor desarrollo en el país que reduzca los índices de pobreza, mientras esto no se de seguirá la migración de niños.
-¿En algún momento la Diócesis ha tenido miedo de realizar misas por la inseguridad?
El miedo a la violencia ha llevado a la disminución de asistencia de los feligreses a misas, sobre todo en horas de la noche. Hemos adelantado los horarios de algunas misas para que no sean muy tarde. Pero no se han dejado de hacer misas.
-¿Como ve San Pedro Sula en 20 años?
No quiero perder la esperanza, pero veo el futuro con preocupación y no solo el futuro de San Pedro Sula sino de Honduras, porque sin querer ser pesimista no veo signos claros de cambios en plazos cortos.
-¿Ha crecido el número de sampedranos con vocación para el sacerdocio?
Cuando yo llegue solo eran tres sacerdotes hondureños, varios sacerdotes que fueron ordenados no perseveraron, el trabajo que hemos hecho estos años ha tenido frutos, el 26 de este mes ordenaremos dos nuevos sacerdotes, estaremos teniendo 25 sacerdotes hondureños en total y en el Seminario Mayor tenemos unos 27 seminaristas.
Que proyectos tiene la iglesia catolica para lo que falta terminar el año?
Estamos preparando el documento sinodal qu hemos llamado constituciones alli se recogen las propuestas y orientaciones para unos años en la Diocesis, para que esas orientaciones no se queden solo en el papel, es una continuacion del sinodo, es el plan pastoral diocesano hasta el 2019, estoy haciendo la ulyima redacción contempla lineas de accion en lo que me quede ami de obispo. Un plan operativo con un objetivo y con actividades evaluable cada año. Creemos que a comienzos de agosto haría la promulgaciónb y la aprobacion de ese plan de accion.
