Su esposo se quedó sin trabajo durante la pandemia en 2020, y necesitaba generar doble ingresos para poder sacar adelante su hogar.
Merary Reyes de 34 años y abogada de profesión, trabajaba en un banco cuando decidió aprender hacer pasteles viendo tutoriales en internet. Motivada por la necesidad de cumplir sus compromisos, fue adquiriendo las herramientas e insumos para elaborar más pasteles y poder venderlos entre sus amistades y conocidos.
Merary recuerda que su primera batidora la compró con extrafinanciamiento. Cada vez más entusiasmada tomó cursos formales en línea para poder capacitarse más.
“Al salir del banco donde trabajaba me ponía a hornear, vendía con mis amistades, porque como en ese entonces de pandemia, todo estaba cerrado. Una amiga me publicó en sus redes sociales y de ahí comenzaron a llegarme más pedidos”, comparte Merary, quien es madre de una joven de 15 años.
Con mucho esfuerzo y perseverancia, hace un mes, Merary logró abrir su negocio formal en un local de Eco Plaza, frente a la morgue en Jardines del Valle.
“Mi sueño es expandirme y generar empleo”, indica.
