La tala del bosque y la destrucción de la fauna en el cerro Campisa disparó las alarmas entre los ambientalistas, que piden a la Corporación Municipal actuar lo más pronto posible.
La Gerencia de Ambiente está haciendo su parte y solicitará a la Corporación declarar reserva natural el cerro y los alrededores para frenar el daño, las construcciones y las invasiones que están aumentando a diario.
Pero mientras las autoridades deciden si actúan o no, la situación se agrava en el cerro, ubicado cerca del segundo anillo, en la colindancia con el acuífero de Sunseri, en el noreste de San Pedro Sula.
Ingeniera civil y ambiental
Lilian Espinoza:
“La ciudad se está quedando sin reservas naturales, y el cerro es un beneficio para toda la ciudad”.
La ingeniera ambiental Lilian Rosmery Espinoza Cruz explica que el cerro Campisa estaba categorizado en una ordenanza de zonificación de la municipalidad como Zona de Protección Natural II (ZPN II), pero esta categoría fue cambiada en 2019 como área a validar por la importancia hídrica para abastecimiento a partir de la cota 140.
Detalla que ese cambio podría pasar desapercibido para la mayoría de la población, que no está familiarizada con los términos técnicos ambientales.
“Lo anterior realza que una Zona de Protección Natural significa que tiene una importancia más amplia, ya que trata de asegurar la preservación de los ambientes naturales y sus componentes; es decir, conservar sus características sobresalientes, como ser sus ecosistemas, especies de flora y fauna, recursos naturales, históricos, culturales, bellezas escénicas, entre otras”.
La también ingeniera civil explica que cuando se trata de un área a validar su importancia hídrica se está manifestando que esa zona solo tiene un aspecto a proteger, que es el agua, pero se deja a merced de demostrar que en verdad el cerro Campisa contribuye a la producción del recurso hídrico y le resta importancia a los demás aspectos ambientales presentes en la zona.
Lo preocupante, según la especialista, es que si se demuestra que no es significativa su contribución para el abastecimiento de agua para la ciudad, prácticamente queda sin ninguna restricción para que la zona se pueda desarrollar como sector residencial.
La ingeniera cataloga como un gran riesgo que se haya cambiado la categoría del cerro Campisa porque no es cierto que solo es importante por su contribución a la producción de agua para la ciudad, ya que en este hay una gran riqueza que todos los que han podido visitar son testigos de ello.
La zona es un bosque seco, al parecer el único que existe en el municipio de San Pedro Sula, por lo que desde el punto de vista forestal lo coloca en un estatus muy alto para ser conservado.
Por otro lado, los caminantes que han recorrido el cerro han fotografiado pizotes, puercoespines, cusucos, monos, pájaros de diferentes especies como carpinteros, guardabarrancos, trogones, entre otros.
Para saber
Los bordos en los ríos de la ciudad son un ejemplo del descontrol y falta de supervisión en la Capital Industrial.
En la zona se han hecho recorridos a pie organizados para conocer la fauna y en término de una hora se han podido fotografiar más de 40 especies y hasta existe un club de amantes de la naturaleza que intercambia fotografías de las especies que van encontrando en Campisa.
“Es innegable que este cerro es una zona de recarga también para el acuífero de Sunseri, solo hay que observar cómo brota el agua en las faldas del cerro para concluir esta afirmación, ya que algunos de los residentes que han construido en dichas faldas les ha tocado hacer subdrenes para poder canalizar el agua que fluye por debajo de sus casas, agua que nace en el cerro”.
Erick Ramírez, de la Gerencia de Ambiente, director de protección y control forestal, manifiesta que son conscientes de la importancia de la montaña y hay que protegerla. Sabemos de la destrucción y se ha actuado en torno a estos casos, pero necesitamos una legislación especial.
Los pobladores del sector explican que han levantado listas para pedir a las autoridades que supervisen la situación porque ven que cada día las invasiones aumentan y el desastre es mayor.
Consideran que hay incomodidad porque están siendo invadidos por personas que están llegando a habitar y están devastando un área protegida. El llamado es para que paren los permisos de construcción en la zona y las autoridades municipales hagan algo para detener el desastre en el cerro Campisa.
