Argentina.
Los hermanos Roca, dueños del reconocido restaurante Celler de Can Roca, en España, pasaron por Buenos Aires en su gira por Argentina, Estados Unidos y Turquía, además de mostrar varias creaciones presentaron el postre “Gol de Messi”.
Se trata de una crema de fruta de la pasión, limón y dulce de leche, cubierta con menta y eucalipto; y una red de azúcar glaseada acompañada por una pelota de dulce de leche y malvaviscos de mango y menta que simbolizan unos imaginarios jugadores brasileños a los que Messi elude.
Nueva creación
El plato es de césped sintético, con olor a pasto real. El postre se degusta siguiendo un reglamento. Primero los dos jugadores brasileños de un merengue que parece malvavisco con sabor a eucalipto, como para que se hinche el pecho ante la gloria.
Después, hay que tirar un bombón de dulce de leche en un arco perfecto de glacé y romper la red. La pelota descansará en el césped y, entonces sí, hay que llevársela a la boca: es un dulce de leche suave, untuoso, que se mezcla con el crocante del chocolate. La red es dulce, pero no tanto. Por último, el pasto que se come: yerba mate molida debajo de la cual hay una crema de maracuyá deliciosa.
Los hermanos Roca, dueños del reconocido restaurante Celler de Can Roca, en España, pasaron por Buenos Aires en su gira por Argentina, Estados Unidos y Turquía, además de mostrar varias creaciones presentaron el postre “Gol de Messi”.
Se trata de una crema de fruta de la pasión, limón y dulce de leche, cubierta con menta y eucalipto; y una red de azúcar glaseada acompañada por una pelota de dulce de leche y malvaviscos de mango y menta que simbolizan unos imaginarios jugadores brasileños a los que Messi elude.
Nueva creación
El plato es de césped sintético, con olor a pasto real. El postre se degusta siguiendo un reglamento. Primero los dos jugadores brasileños de un merengue que parece malvavisco con sabor a eucalipto, como para que se hinche el pecho ante la gloria.
Después, hay que tirar un bombón de dulce de leche en un arco perfecto de glacé y romper la red. La pelota descansará en el césped y, entonces sí, hay que llevársela a la boca: es un dulce de leche suave, untuoso, que se mezcla con el crocante del chocolate. La red es dulce, pero no tanto. Por último, el pasto que se come: yerba mate molida debajo de la cual hay una crema de maracuyá deliciosa.