El domingo a las 8:00 pm es cuando más personas matan en San Pedro Sula

San Pedro Sula, Cortés.

Son las 8:30 pm, Mario Sarmiento, residente en el barrio Cabañas, recuerda con nostalgia la terrible noticia que recibió en diciembre de 2019, cuando se enteró de la muerte violenta de un primo en la colonia Felipe Zelaya, sector Rivera Hernández, San Pedro Sula.

Casos como el de él se reportan casi todos los días en San Pedro Sula, donde la violencia parece ser algo ya cotidiano entre la población, y pese a las nuevas medidas que adoptan las autoridades para reducir la tasa de homicidios, la inseguridad es tan real y evidente que una gran parte de la población ya no ilustra en su rostro el sueño de vivir en paz y en armonía.

27 personas asesinadas en San Pedro Sula, del 1 de enero de 2020 al 13 de febrero de 2020, según cifras de la Secretaría de Seguridad.

Chamelecón, Rivera Hernández y El Carmen son de los sectores más conflictivos en la ciudad, aquí no se puede transitar muy de noche y cualquier desconocido que ingrese, en la mayor parte de los casos entra vivo y sale muerto. Allí son casi normal las balaceras, los operativos de la Policía y las súplicas de quienes piden piedad para no ser asesinados.

La Mara Salvatrucha (MS-13), Pandilla 18, Los Olanchanos, Los Aguacates, Los de la Casa Blanca, Tercereños y Vatos Locos son las estructuras criminales que operan en los tres sectores antes mencionados.

Cortés, el departamento más sacudido por la violencia en Honduras

Para evitar ser víctima de la violencia en San Pedro Sula es importante conocer a detalle en qué calles caminar o transitar dentro de vehículo, observar bien a qué rutas de transporte se va a subir, no tocar temas que representen un peligro y tener cuidado con quiénes se dialoga. Todo lo anterior son reglas no escritas y secretos a voces que los sampedranos siguen al pie de la letra para sobrevivir.

Maras y pandillas marcan territorio

José Romero y Alejandra Arita, dos estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula (Unah-vs), dijeron lamentar el nivel de inseguridad al que están expuestos a diario cuando se desplazan en diferentes rutas de transporte hacia su lugar de trabajo y centro de estudio.

Ambos hicieron un llamado a las autoridades a aumentar los patrullajes en horas de la noche, que es cuando muchas personas se dirigen a sus hogares.

'Estamos haciendo todo lo que corresponde, pero hay un componente social que impide desaparecer la violencia. Realizamos trabajos para intervenir policial y militarmente en lugares como la Rivera Hernández, ya que es allí donde hay más incidencia delictiva', dijo en entrevista a LA PRENSA, Cristian Nolasco, vocero de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) en San Pedro Sula.

Foto: La Prensa Cristian Nolasco, vocero DPI

'Hemos observado que en Chamelecón la Pandilla 18 es la que tiene mayor fuerza, aunque la MS también está entrando, mientras que en El Carmen la banda de Los Aguacates tiene bastante presencia. La mayoría de los crímenes que se están dando en la ciudad y principalmente en estos sectores es por narcomenudeo, por ello se hace un esfuerzo con unidades de microtráfico de la DPI', agregó el oficial.

El portavoz de la DPI mencionó que de acuerdo con los análisis criminológicos, la mayoría de homicidios en San Pedro Sula ocurren en tiempo de ocio, en días festivos o cuando las empresas pagan a sus empleados (el 15 y el 30 de cada mes).

Horarios y días negros

'E l domingo es cuando matan más gente, mayormente en la noche y en la madrugada, ese día casi todo mundo tiene libre, buscan estar con su familia o a departir en lugares de bebidas alcohólicas, siendo ese otro factor de muerte. Los antisociales aprovechan la soledad del domingo para cometer los crímenes, sobre todo después de las 4:00 pm y repunta a las 8:00 pm', aseguró Nolasco.

Foto: La Prensa Muchas casas han quedado en el abandono en sectores como Rivera Hernández.

Según los entes de investigación, la Mara Salvatrucha es la de mayor poder en San Pedro Sula y la mejor organizada. Algunos de sus integrantes optan por vestir de manera formal y hasta de saco y corbata para despistar, acostumbran a raptar a sus víctimas para luego asesinarlas o también a través del sicariato, quienes lo hacen no siempre son cabecillas, sino personal de menor rango.

Según el Sistema Estadístico Policial en Línea (Sepol) En el año 2019 hubo 436 homicidios en San Pedro Sula, mientras que en 2018 se registraron 365, lo que representa una diferencia de 71 hechos. De los 436 asesinados, 386 fueron hombres y 50 mujeres.

La DPI detalló que las estructuras criminales están matando tan organizadamente que tratan de no dejar rastro e incluso de definir quiénes desean investigue un determinado caso, un ejemplo de ello es cuando se registran hechos violentos en manos de sujetos vestidos de policías, esa es una manera de no dejar marca y que sea la institución la principal sospechosa.

'Se trabaja en la prevención de la violencia, por ejemplo, en la parte del sureste de la ciudad el año pasado fue afectada por muchos homicidios, pero de momento hay una reducción del 5%. El sector de Chamelecón se mantiene, pero donde se está trabajando aún más es en la Rivera Hernández y Los Cármenes para poder bajar los números que el año pasado se cerraron en rojo', expresó Marlon Miranda, vocero de la Policía Nacional.

'Hemos comprobado que en horas de la tarde y noche es cuando se dan más homicidios, por eso estamos fortaleciendo los patrullajes. Lastimosamente los jóvenes son quienes más mueren y también el sexo femenino, por lo que ahora estamos operando con más fuerza', acotó el subcomisionado Miranda.

Los cuerpos de inteligencia revelaron que las víctimas de homicidios en San Pedro Sula casi siempre son jóvenes entre 16 a 30 años, muchos de ellos ligados a estructuras criminales, suscitándose cada día un promedio de entre tres a siete crímenes.

Juventud, en la mira de la criminalidad

Para el criminólogo Herman Vogelsang, es preocupante y hay que alertarse por los hechos violentos que se están registrando en su mayoría, los fines de semana y en horarios nocturnos.

'Los factores que influyen en la violencia son la falta de oportunidades que tienen los jóvenes, buscan a las maras y pandillas como una forma de ganar dinero. También hay poca presencia policial en colonias y barrios calientes, entonces, si hay órdenes que patrullen, por qué no se están cumpliendo, son elementos que hay que analizar', puntualizó Vogelsang.

A su vez, lamentó que la juventud se esté perdiendo, pues aduce que muchos de ellos vienen de familias destruidas, con bases morales que no existen, y aunque quieran divertirse, carecen de algo importante como es el dinero.

Se le consultó que si considera que la mayoría de las víctimas pertenecía a estructuras criminales, a lo que respondió que 'eso solo lo sabe la Policía, ellos deben investigar, el problema es que aquí solo dicen pelea de territorio y problemas personales. Llegó el momento de atacar guerras y no hojas ni ramitas, mientras el árbol no tenga sus raíces aplastadas seguirá retoñando, ese retoño son los jóvenes, quienes se convierten en delincuentes por necesidad y también sociópatas'.

'Lo que sucede es que hay un alto nivel de impunidad e indiferencia por parte de las autoridades encargadas de tomar decisiones aún sabiendo que Cortés es uno de los departamentos más violentos. Hemos tenido reuniones con ellos para implementar medidas que eviten la problemática de la violencia y se mejore la judialización, pero de nada sirve si no hay voluntad y por más dinero que se le asigne al Ministerio Público', señaló.

María Luisa Regalado, representante de organizaciones que previenen la violencia en la zona norte, indicó que no es cierto que la mayoría de las víctimas pertenezcan a grupos criminales, al menos que presenten públicamente una investigación técnica y científica que soporte la idea.