No repararon bordos, y campos de El Progreso se inundan con primera crecida del Ulúa
Hay alerta roja para las comunidades del margen izquierda del río Ulúa que ya comenzaron a evacuar por las crecidas

- 18 de junio de 2025 a las 23:59 /
Más de un año tuvieron las autoridades de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT) para reparar el enorme boquete en un bordo de la comunidad de Amapa, justo por donde el río Ulúa entró libremente a inundar varios excampos bananeros de El Progreso, Yoro, en el valle de Sula.
Los pobladores se organizaron y protestaron durante todo el año para exigir que las reparaciones se realizaran en verano, pues solo en los excampos bananeros han detectado 16 puntos con boquetes en los bordos, así como compuertas en mal estado por donde se filtra el río Ulúa.
Jorge Thompson, miembro de los patronatos de los excampos, indicó que la semana pasada sostuvieron una reunión con Octavio Pineda, ministro de la SIT, quien les manifestó que la municipalidad de El Progreso podía ayudarles, ya que la Secretaría no contaba con recursos.
Agregó que ahora los habitantes de las comunidades sufren las consecuencias de los deficientes trabajos de reparación anteriores y de que no se taparon las aberturas en los bordos que existen desde las tormentas Eta y Iota, en 2020.

Solo en la zona de Amapa, los patronatos reportan tres aberturas; una de ellas cedió durante la tormenta Sara y las otras nunca fueron reparadas.
Por uno de esos boquetes en el bordo, la crecida del río Ulúa comenzó a inundar ayer la colonia Duarte, por lo que los vecinos tuvieron que abandonar sus viviendas como medida de prevención, debido a que las lluvias en occidente continúan.
En carretas tiradas por caballos, los habitantes lograron sacar algunas de sus pertenencias y refugiarse en casas y predios cercanos, mientras la crecida del río Ulúa disminuye.
Otro de los sectores afectados es la aldea 70, donde el agua del Ulúa inunda sus terrenos por la abertura del bordo en el campo Amapa que no fue reparada, afectando los cultivos y dejando sin trabajo a muchos pobladores.

Huracán Erick
Las últimas 48 horas han sido de caos y mucha lluvia en casi todo el territorio hondureño, pero particularmente en el centro, sur y occidente de Honduras.
Los efectos causados por el huracán Erick, uno de los fenómenos más intensos de la temporada ciclónica del Pacífico, que cumple un mes de actividad, ha sorprendido a los meteorólogos por su rápida evolución y fuerza destructiva, pasan factura en el país.
Este fenómeno se formó a mediados de junio sobre aguas cálidas del océano Pacífico, alimentándose de condiciones favorables que potenciaron sus vientos y precipitaciones en cuestión de horas.
A su paso, Erick que se convirtió en categoría tres a medida se acercaba a las costas de México, ha provocado lluvias torrenciales que se han extendido hasta el occidente de Honduras, especialmente en el departamento de Ocotepeque. Allí,su influencia indirecta ha saturado suelos, desbordado ríos y desencadenado deslizamientos de tierra.

Aunque no impactó directamente en territorio hondureño como tormenta tropical o huracán, su cercanía y la interacción con otros sistemas atmosféricos crearon un escenario de lluvias persistentes y alto riesgo.
Las autoridades meteorológicas y de gestión de riesgos mantienen vigilancia permanente, alertando a la población sobre posibles nuevas crecidas de ríos, desbordamientos e inundaciones.
En comunidades como Fraternidad, Dolores Merendón y San Jorge, los efectos de Erick se traducen en familias incomunicadas, cultivos perdidos y daños significativos en la infraestructura vial y de servicios básicos, agudizando la vulnerabilidad de estas zonas rurales ante eventos extremos.
Destrozos
“¡Quedamos incomunicados! ¡Vaya, se lo llevó el río!”, exclamó con voz entrecortada un poblador mientras observaba, impotente, cómo los restos de concreto y hierro desaparecían arrastrados por la corriente.
Las imágenes de un video que se viralizó rápidamente hablan por sí solas: el paso colapsó y, con él, la conexión vital para trabajar, estudiar o acceder a servicios básicos.
El desbordamiento del río Tula, a la altura del sector La Laborcita, también generó una emergencia de grandes proporciones. De este afluente se abastece de agua potable la cabecera departamental de Ocotepeque y el municipio de Sinuapa.
Hoy, ambas localidades enfrentan una grave crisis: el sistema de tuberías de la represa quedó completamente destruido, dejando sin suministro de agua potable a cientos de familias.
La situación es crítica también en la comunidad de El Chimis, en Dolores Merendón, y en Fraternidad, donde los daños se extienden a cultivos de café y la infraestructura vial.
La Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales informó que tanto el huracán Erick, que ayer alcanzó categoría 3, así como una vaguada, ya dejan varias zonas inundadas, deslizamientos, árboles caídos y más de un centenar de familias afectadas.

El recuento de daños de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), entre el 16 y 18 de junio, detalla que las fuertes lluvias dejan 167 familias afectadas, 98 damnificadas y 36 evacuadas.
Según el recuento, estas cifras se traducen en 727 personas afectadas, 456 damnificadas y 144 evacuadas.Las personas perjudicadas, en su mayoría, son del centro, sur, occidente y norte de Honduras, precisamente donde se ampliaron las alertas ayer.
Hasta las 10:00 am de ayer, las lluvias dejaban 46 viviendas dañadas y ocho destruidas, así como 16 comunidades de Alianza, Valle, incomunicadas.Esta es una de las zonas más afectadas por las inundaciones.
72
horas
de lluvia se registran en gran parte del territorio nacional como consecuencia de la formación del huracán Erick en el Pacífico y el ingreso de una vaguada.
Incluso todavía se encuentran familias atrapadas en sus viviendas. En Siguatepeque, Comayagua, las autoridades también reportaron inundaciones en el barrio Siguatepeque, mientras que en Ocotepeque tenían cuatro reportes.
Copeco informó que mantiene extendidas las alertas en 13 de los 18 departamentos de Honduras por las próximas 24 horas.
Afirmó que la alerta roja rige para Ocotepeque, por lluvias y daños, y las comunidades del municipio de El Progreso, Yoro, que se encuentran en las orillas del río Ulúa, debido a la ruptura de bordos, lo que ha afectado las zonas de los campos bananeros de La Duarte.

Las alertas
El Ulúa, otra vez amenaza. En Yoro, las zonas más afectadas son los campos bananeros de La Duarte, Campo Amapa, Naranjo Chino, Miraflores, Las Cuchillas y San Isidro, todos ubicados en la margen derecha de la cuenca baja del río Ulúa.
En alerta amarilla continúan los departamentos de Copán, Lempira, Intibucá, La Paz, Valle y Choluteca, así como las zonas bajas de los municipios aledaños al río Ulúa: Pimienta, Villanueva, Potrerillos y San Manuel, en Cortés, y Santa Rita, en Yoro, hasta el Ramal del Tigre, en Tela, Atlántida.
