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En Cedros , al noroeste de Francisco Morazán, la vida de más de 28 mil personas depende de un centro de salud que hoy funciona en un lugar insólito: una biblioteca pública.
La mudanza temporal a la Biblioteca Álvaro Contreras fue justificada por las remodelaciones en la sede original. Sin embargo, tras esa versión oficial se abrieron grietas, entre ellas documentos que señalan que el Congreso Nacional asignó recursos para la reparación, mientras la Alcaldía sostiene que los trabajos avanzan únicamente con fondos propios.
Según documentos oficiales del Legislativo, en el desglose de inversiones del Fondo de Administración Solidaria correspondiente a los años 2023 y 2024, la ONG Una Honduras en Paz (Hondupaz) recibió 250,000 lempiras para la remodelación del centro. La ONG fue seleccionada por el diputado del partido Libertad y Refundación ( Libre ), Jari Dixon Herrera.
Estos fondos corresponden a una parte de los 5.8 millones de lempiras para proyectos que Dixon, junto con los excandidatos del partido Nueva Ruta, Elena Rodríguez y Marco Antonio Suazo, canalizaron para proyectos sociales. Estos proyectos quedaron inconclusos o terminaron sin presentar informes ni fichas técnicas de las obras, según una investigación de LA PRENSA.
Al ser consultada sobre el uso de esos fondos, Elena Rodríguez, presidenta de Hondupaz, declaró: "Creo que ustedes tienen mejor información de lo que se hizo ahí. Si ustedes vieron, se hizo el mejoramiento del área médica, los sanitarios, ya que todo eso estaba destruido".
Sin embargo, una visita al lugar refleja una realidad parcial. En el centro de salud —ahora un espacio en reparación— se observan materiales de construcción dispersos: hay pedazos de madera apilados, láminas metálicas, PVC para instalar un cielo falso y apenas dos obreros trabajando, quienes denunciaron que se les adeudan sus salarios desde hace un mes.
La estructura es reducida y visiblemente deteriorada. Vecinos como Gabriela Hernández, del barrio Chachagüelía I, se han unido para pedir obras de calidad: “Si puede observar el techo, están poniendo tablas de madera. Este es un centro que atiende a muchas personas. Queremos una estructura sólida. Lo construyeron en 2012 y desde entonces no ha recibido mantenimiento. Quisiéramos que alguien del gobierno venga a ayudarnos, por favor”.
En la actual sede provisional, el equipo médico hace lo posible por atender a la población. Sin embargo, los espacios son mínimos, la privacidad es prácticamente inexistente y los insumos básicos escasean. “No es que no queramos brindar atención de calidad, —dijo un enfermero que prefirió no ser identificado— es que simplemente no hay condiciones”.
Para contrastar la información, este equipo periodístico se dirigió a la Alcaldía de Cedros, donde el edil, Marco Tulio Carrasco, aseguró desconocer la existencia de la supuesta donación por parte del diputado Jari Dixon o de la ONG Hondupaz. Afirmó que las remodelaciones son con fondos propios.
“Yo desconozco que al centro de salud de Cedros se le haya dado alguna aportación. No lo creo, porque al menos yo estuviera enterado”, expresó.
Carrasco explicó que los trabajos actuales son financiados exclusivamente con fondos municipales, provenientes de una partida de 700,000 lempiras presupuestada el año anterior: “Estamos haciendo la mejora del techo, el cielo falso, los baños, puertas, ventanas, la acumuladora de agua y una pintura general”.
Agregó: “Es un proyecto grande, y eso es lo que se está ejecutando con los recursos propios de la alcaldía. No hemos recibido donaciones ni ayudas gubernamentales para este proyecto, más allá de los caminos productivos”.
Sobre otros intentos de financiamiento, el alcalde recordó una gestión hecha en 2023 ante la Embajada de Japón, a la que presentaron un perfil técnico para la reconstrucción del centro.
No obstante, la propuesta requería una contraparte económica que la municipalidad no ha podido cubrir: “La embajada nos dijo que necesitábamos aportar una contraparte, y por eso habíamos reservado un fondo. Pero ante la urgencia, decidimos utilizarlo ya”.
El edil destacó que, si existiera otra clínica en su municipio, no tiene conocimiento de ello, aunque lo duda, ya que —según sus propias palabras— es “el hombre más informado”.
LA PRENSA reveló en una reciente investigación que Dixon Herrera, Elena Rodríguez y Marco Antonio Suazo, canalizaron 5.8 millones de lempiras en proyectos financiados por el Estado a través de la ONG Hondupaz.
La organización es presidida por Rodríguez y Suazo, mientras que el diputado Dixon fue quien gestionó el dinero. Hondupaz fue registrada oficialmente en marzo de 2023, según constancia N.° 2023000081 de la Secretaría de Gobernación, Justicia y Descentralización (SGJD).
Sin experiencia comprobada ni historial técnico, la asociación obtuvo fondos para ejecutar 16 proyectos comunitarios en Francisco Morazán.
Pese a la magnitud de los fondos involucrados y el alcance de los proyectos ejecutados, no se ha identificado la existencia de auditorías técnicas, criterios claros de evaluación ni mecanismos efectivos de rendición de cuentas.
La ausencia de control y transparencia replica patrones ya documentados por LA PRENSA en investigaciones anteriores, como los casos de la ONG Manos a la Obra, Mujeres Unidas Extraordinarias y el Instituto para el Desarrollo Nacional (Idena).
Tampoco hay informes publicados en los portales oficiales de transparencia. La escasa información disponible se obtuvo tras múltiples solicitudes amparadas en la Ley de Acceso a la Información Pública, revelando un patrón de opacidad institucional.