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En ruinas mansiones de los Valle en Copán

  • 17 marzo 2022 /

El Espíritu, que era denominado la cuna de los Valle, ahora luce como una comunidad normal, sin caravanas de hombres armados en grandes vehículos.

Copán

La lujosa casa que Luis Alonso Valle Valle mandó a construir para su heredero en la aldea El Espíritu, ahora está en ruinas.

La imponente estatua de un caballo que engalanaba el jardín principal está derribada rodeada de monte y basura.

La lujosa mansión de concreto y maderas preciosas, piscina y otras amenidades, descrita en la canción “Cuna de Oro” del grupo musical “Roble Copaneco” no es ni la sombra de lo que fue.

El portón principal de la mansión permanece abierto y a media cuadra se ve a un militar sentando afuera de otra de las casas incautadas a la familia Valle Valle.

Para saber

Pobladores de El Espíritu, Copán, ahora dicen andar tranquilos trabajando, pues ya no hay hombres armados en las calle como hace 8 años.

Cortadores de café recorren las montañas en carros de paila a sus trabajos y otros a haciendas de ganado para poder sobrevivir.

Luis Valle construyó la mansión llena de lujos en la calle principal de la comunidad de El Espíritu, Copán, esa residencia y las de sus familiares contrastaban con el resto de la comunidad, que carece de muchos servicios públicos.

El tiempo y el abandono está deteriorando los finos acabados de madera de color en la mansión, que ahora está llena de polvo, y solo quedan los agujeros en techos y paredes donde las autoridades buscaron caletas cuando fueron allanadas.

También quedaron los “jacuzzis”, baños de vidrio, camas de masajes y muebles de maderas finas que nadie se pudo llevar por su enorme tamaño.

Antes de 2014 con el apogeo del tráfico de drogas, el cartel de los Valle Valle mantuvo a los pobladores de El Espíritu sometidos por hombres armados que andaban en vehículos doble cabina.

Para saber

Pobladores de las zonas de Copán aseguran que algunos familiares de los Valle se hacen cargo de haciendas y bienes que no fueron asegurados.

Se confirmó que algunos parientes cercanos a los cabecillas de los Valle tienen órdenes de captura; pero no están viviendo en Honduras.

Luis Alonso y su hermano Miguel Arnulfo, cabecillas de la organización criminal, fueron extraditados y cumplen condenas de más de 20 años de prisión en Estados Unidos.

Otros miembros de la familia también cumplieron condenas luego de colaborar con la justicia de Estados Unidos como Digna Valle, quien ya fue expulsada del país del norte.

En Honduras, algunos de los testaferros de los Valle Valle fueron acusados por el delito de lavado de activos, pero con las últimas reformas al Código Penal están siendo beneficiados y saliendo en libertad por no tener delitos precedentes.

Ahora, en El Espíritu los habitantes transitan tranquilos y con frecuencia los vehículos de paila llevan a cortadores de café a las montañas fronterizas con Guatemala, actividad que se había reducido por el control que ejercían los Valle en la zona.

Proceso

14 de agosto de 2014 fueron capturados los cabecillas del cartel de los Valle, Luis Alonso y Miguel Arnulfo fueron extraditados a Estados Unidos.

19 de agosto de 2014 autoridades hondureñas aseguran los primeros 52 bienes a la familia Valle Valle, incluyendo sus lujosas mansiones en El Espíritu, Copán.

22 de noviembre de 2040 los hermanos Valle Valle cumplirán las condenas de cárcel de más de 20 años que les impusieron en Estados Unidos.

En horas de la mañana, el movimiento de los cortadores de café comienza desde el desvío que de La Entrada conduce a El Espíritu, pues en ese punto llegan los buses y carros de paila a traer a los pasajeros.

Aunque el temor a los Valle no ha desaparecido por completo, los aldeanos dicen trabajar tranquilos en las haciendas que han quedado en algunas de las propiedades de esa familia.

“Si va al fondo de esa hacienda encontrará búfalos, son de ellos”, dijo a LA PRENSA uno de los jornaleros que estaba en una propiedad cortando leña y señalaba con su mano las grandes extensiones de tierra, aún propiedad del clan Valle. Comentó sentirse seguro, pues dijo que no ha visto violencia en los últimos años, “y uno se dedica a trabajar para poder comer”.

Hace algunos años, cuando los Valle controlaban la región, para entrar a El Espíritu había que pasar varios retenes de hombres armados de la seguridad del cartel y dar detalles de hacia dónde y a qué iba, ahora nadie tiene ese problema; pero en las noches son pocos los pobladores que se atreven a andar por esos caminos montañosos.

La seguridad que los habitantes sienten en El Espíritu es en parte porque desde que las mansiones y haciendas de los Valle fueron aseguradas por orden de un juzgado penal con jurisdicción nacional y pasadas a las Oficina Administradora de Bienes Incautados (Oabi), por ello hay un grupo de militares encargados de dar vigilancia a las viviendas abandonadas.

Un grupo de militares permanece en El Espíritu como responsables de la vigilancia de las casas abandonadas de la familia Valle Valle.

Los militares tienen un retén en medio del pequeño pueblo por donde pasan todos los vehículos que van a las montañas.

Algunos de los soldados caminan por la calle principal, que tiene unos metros de pavimento, y otros se desplazan a algunas propiedades en los alrededores.

Otra fuerza militar está encargada de custodiar los puntos ciegos y hacer operativos para dar seguridad y detectar el trasiego de drogas.

Pero El Espíritu, considerado en los tiempos cuando florecía el narcotráfico la cuna de los Valle, parece haberse perdido, no solo las casas en las que vivían están abandonadas, sino también grandes construcciones que quedaron a medias.

Las grandes extensiones de terrenos de las mansiones exclusivas para áreas sociales y rodeos están perdidas entre la maleza. Las piscinas son criaderos de zancudos, pues pasan llenas de agua sucia y maleza que crece por el abandono.

Además de las áreas sociales de las mansiones, los Valle hacían sus fiestas en un rodeo en medio del pequeño pueblo, que ahora está abandonado.

En ruinas mansiones de los Valle en Copán

Muchos de los aldeanos lamentan que todas las propiedades e incluso las áreas que pueden ser usadas como de recreación, cada día se ven más destruidas.

Hace ocho años, los bienes de la familia Valle Valle fueron asegurados y llevaron un proceso en el juzgado de privación de dominio para su incautación.Entre esos bienes había al menos 11 empresas, de las cuales algunas estaban funcionado administradas por la Oabi.

Pese a que esa institución realiza subastas de los bienes incautados a acusados por tráfico de drogas, no han informado sobre por qué las casas y otros bienes de los Valle no han sido subastados o pasados al Estado para que haga uso de los mismos.

Fuentes consultadas indicaron que la Oabi concluyó que era difícil el mantenimiento de las residencias y poco a poco se fueron olvidando de la situación en la que estaban, pero no saben si fue por temor o porque no había fondo para darles uso.

Es difícil que alguien haya querido rentar esas casas y menos en esas zonas alejadas, comentó.En calle principal de El Espíritu se cuentan alrededor de diez casas abandonadas, algunas ocupadas por personas de la comunidad.

Por ahora, la cuna de los Valle sigue en aparente tranquilidad, pero sus zonas fronterizas con Guatemala permiten el trasiego de cargamentos de cocaína que llegan de la zona de Atlántida, Colón y La Mosquitia.

En ruinas mansiones de los Valle en Copán