El dilema de los autodeportados: “Regresar es mejor que vivir con estrés”
Desde el Gobierno sostienen que no han ofrecido ayuda económica a 40 hondureños retornados porque se acogieron al programa CBP Home, pero la cifra podría ser mayor
- Actualizado: 30 de octubre de 2025 a las 22:00 /
Presionados por nuevas medidas migratorias y atraídos por incentivos financieros, decenas de hondureños han optado por autodeportarse, es decir, regresar voluntariamente desde Estados Unidos, desde mayo de 2025.
La estrategia del gobierno de Donald Trump, que combina endurecimiento y compensación, está motivando retornos voluntarios marcados por el miedo y la necesidad, ha constatado este medio a través de diversas historias.
"Si me quedaba tendría orden de deportación y ese fue el motivo de tomar la decisión de venirme y no estar con el temor de ser deportada ya que mis hijos pasarían esa trama", relató la hondureña Lidis Romero, quien recientemente volvió a Honduras tras vivir ocho años en Minnesota, Estados Unidos.
"No hay que tener miedo de volver ya que allá en cualquier momento podemos ser deportados, muchas personas tienen sus casas y cositas aquí en Honduras, me vine, yo que no tengo mucho y lo único que tengo es dónde vivir, regresar es mejor que vivir con el estrés de ser deportado"; agregó.
Lidis contó que está en trámite de una visa y que un juez estadounidense le dio la opción que, después de estar seis meses fuera de Estados Unidos, puede aplicar para una visa de trabajo.
Como ella, varios hondureños han tomado esta difícil decisión de autodeportarse. De acuerdo con los registros del Sistema de Atención al Migrante Retornado (Siamir), administrado por el Observatorio de Desarrollo Social (ODS) de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), hasta la fecha se han procesado 24,437 fichas socioeconómicas en los Centros de Atención al Migrante Retornado (CAMR).
De ese total, se identificaron 25 casos correspondientes a retornos voluntarios y a principios de mayo se había reportado el regreso voluntario de casi 40 compatriotas.
Expertos creen que el número podría ser mayor, sin embargo, debido a que las personas que optan por autodeportarse regresan en vuelos comerciales y no en los aviones coordinados por el Gobierno estadounidense, resulta difícil establecer un registro oficial.
“Nosotros hemos trabajado en recepcionar a migrantes retornados a través de deportaciones, pero esta nueva figura presenta una dificultad ya que son personas que llegan en vuelos comerciales, lo que nos imposibilita primero identificarlos y, en segundo lugar, no los tenemos todavía con una cobertura, ya que nuestro programa funciona a través de los centros de atención al migrante retornado”, explicó el director del Instituto Nacional de Migración (INM), Wilson Paz.
164,784
hondureños
solicitaron asilo en Estados Unidos en 2024, según datos de Acnur
Programa
El plan impulsado por la Casa Blanca se canaliza principalmente a través de una aplicación llamada CBP Home, lanzada por el Departamento de Seguridad Nacional.
Este programa permite a personas hondureñas indocumentadas regresar de manera ordenada y voluntaria, con beneficios como el pago del pasaje aéreo, un estipendio de 1,000 dólares (equivalentes a unos L26,300), condonación de multas civiles y la garantía de no ser prioridad de detención mientras completan el proceso.
Además, en algunos casos, les permite a los migrantes mantener la posibilidad de regresar legalmente en el futuro.
Los recursos se entregan mediante tarjetas de débito recargables una vez confirmado el retorno y cubren los gastos del viaje. La medida busca reducir costos de detención y deportación, además de evitar arrestos en las calles.
Paz agregó que algunos migrantes hondureños regresan tras haber cumplido sus metas, mientras que otros lo hacen sin alcanzarlas, “motivados por el miedo o la incertidumbre de ser detenidos”.
Además, informó que las personas autodeportadas no tienen derecho al paquete de recepción del programa "Hermano, vuelve a casa", el cual es solo aplicable a los vuelos charters semanales.
El programa contempla un estipendio de 100 dólares (unos 2,600 lempiras) y un bono adicional de 4,000 lempiras, junto con estrategias orientadas a fomentar el emprendimiento y facilitar la inserción laboral mediante la Secretaría de Trabajo.
Cifras
Desde inicios de 2025, el gobierno de Estados Unidos ha endurecido su política migratoria al reducir la aceptación de solicitudes de asilo y aplicar medidas más estrictas. Entre ellas destacan la agilización de procesos de deportación y la limitación en la admisión de nuevos casos.
Actualmente, se calcula que más de 1.4 millones de solicitudes de asilo afirmativo continúan en espera dentro del sistema federal.
De acuerdo con estadísticas del Instituto Nacional de Migración (INM), desde el 20 de enero de 2025 —fecha en que Donald Trump asumió nuevamente la presidencia de Estados Unidos— hasta el 23 de octubre del mismo año, 31,003 hondureños han sido retornados al país, de los cuales 25,878 provienen de Estados Unidos.
En ese mismo período, 738 personas optaron por regresar de forma voluntaria, principalmente desde México (614 casos), mientras que 70 procedían de Guatemala y 54 de Estados Unidos. Esta cifra difiere del reporte inicial en vista que no todos los retornados se acojen al programa CBP Home.
La mayoría de quienes se autodeportaron tienen entre 21 y 30 años. Sin embargo, no se especifica bajo que programa hicieron su retorno.
Por su parte, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), registra que las solicitudes de asilo de hondureños en Estados Unidos han mostrado un crecimiento sostenido en los últimos años.
En 2019 se registraron 81,375 peticiones, cifra que en 2020 aumentó un 24.9%, alcanzando 101,617.
Para 2021, el incremento fue de 11.9% con 113,713 solicitudes, mientras que en 2022 el alza fue de 13.2% al contabilizarse 128,780 casos.
En 2023 las solicitudes crecieron un 11.4%, llegando a 143,425, y en 2024 el aumento fue del 14.9%, con 164,784 hondureños que pidieron asilo en ese país.
Globalmente, hasta octubre de 2024, existían 1,478,623 solicitudes pendientes en los tribunales de inmigración. En 2022, se recibieron 238,594 solicitudes, y para 2024 la cifra escaló a 850,720, un incremento del 256% en dos años.
En tanto, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) registra que, del 1 de junio de 2024 al 30 de septiembre de 2025, 659 hondureños fueron recepcionados tras permanecer en México, mientras que 258 personas de distintas nacionalidades se acogieron al programa implementado en Honduras para facilitar su retorno voluntario a sus países de origen.
Decisiones
El exvicecanciller Antonio García Carranza explicó que el programa “sigue vigente” y que su ejecución es sencilla. "Es una opción que Estados Unidos está promoviendo y ha funcionado bien en los pocos casos que conocimos. Sabemos que muchos regresan bajo la presión y ante el miedo de ser deportados, prefieren organizar su regreso a Honduras con esa ayuda que ser capturados en la calle", puntualizó.
Para Elsy Reyes, coordinadora de la Defensoría de Movilidad Humana del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), estas autodeportaciones “son una medida a la que recurren muchas familias, especialmente aquellas con órdenes de deportación pendientes”.
Según Reyes, el principal atractivo del proceso no es el dinero, sino la posibilidad de volver legalmente en el futuro. “Si a una persona la detienen teniendo una orden de deportación, hay una penalidad incluso de hasta 10 años sin poder ingresar a Estados Unidos. Hay muchos de estos padres que están regresando con sus hijos, que nacieron en Estados Unidos, y eso permite que a futuro incluso puedan buscar una residencia por vínculo familiar, que sus hijos los puedan pedir”, explicó.
Sin embargo, advirtió que la decisión no está exenta de riesgos, pues “quienes salieron huyendo de la violencia y regresan al mismo entorno de peligro enfrentan graves desafíos de protección.
Además, hay impactos económicos y emocionales. Hemos detectado altos niveles de problemas de salud mental entre los retornados, producto del trauma y la separación familiar”.
Reyes explicó que se debe trabajar de la mano con gobiernos municipales y líderes comunitarios para la integración de personas retornadas, "que puedan lograr obtener un empleo, emprender, atender el tema de la salud mental de todas estas personas y velar por los casos de protección, que se establezcan los mecanismos adecuados”, añadió.
Expansión
Aunque no existen cifras oficiales sobre cuántos hondureños han optado por autodeportarse mediante CBP Home, los expertos coinciden en que la política de Trump ha sido violenta contra los migrantes e implica un desafío para las autoridades hondureñas.
El experto en migración Edgar Aguilar manifestó que estas medidas han profundizado la exclusión de los migrantes, especialmente de los hondureños, quienes históricamente han enfrentado mayores barreras para acceder a derechos y oportunidades en Estados Unidos.
Aguilar explicó que muchos optan por autodeportarse ante un contexto de creciente criminalización y hostilidad, donde el propio país deja de ofrecer incluso las garantías mínimas de protección a las personas indocumentadas.
El especialista subrayó que las autoridades deberían crear canales de apoyo para quienes deciden regresar voluntariamente a Honduras, no solo en trámites migratorios, sino también en aspectos logísticos y humanos, como el traslado de pertenencias y la asistencia para llegar a sus comunidades de origen.
“He visto en TikTok a personas que relatan las dificultades para llevar de regreso las pocas cosas que con esfuerzo lograron reunir en Estados Unidos. En muchos casos sus pertenencias llegan dañadas o nunca llegan”, relató Aguilar, quien considera que el gobierno hondureño y las instituciones de apoyo al migrante deberían ofrecer orientación e infraestructura básica para atender estas necesidades.
