27/03/2024
02:58 AM

¡Un milagro! Con 76 años y el 70% de los pulmones afectados venció el Covid-19

Don Manuel García y su familia en Choloma se reunieron en Navidad, nueve se infectaron y el virus lo llevó al borde de la muerte.

San Pedro Sula, Honduras.

'El Covid-19 te lleva a la línea de muerte, casi no recuerdo lo que atravesé', dijo a Manuel García (76), un copaneco residente en Choloma, zona norte de Honduras, que se contagió en las fiestas de diciembre tras una reunión familiar.

Sus hijos lo definen como un hombre saludable y de actitud positiva, pero cuando el coronavirus llegó a su cuerpo todo cambió en cuestión de tres días.

'En Navidad nos reunimos 12 personas de la familia y salimos nueve positivos por coronavirus, entre ellos mi papá y mi mamá, Berta Rodríguez (63)', comentó a Diario LA PRENSA Marla García, sobreviviente de cáncer de trompa de Falopio, uno de los cánceres ginecológicos más raros del mundo.

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De las nueve personas positivas, entre ellos niños y adultos, quienes tenían mayor riesgo eran doña Berta, Marla y don Manuel quien es hipertenso.

Sin embargo, Marla asegura que se ocupó tanto en la salud de sus padres que se recuperó en poco tiempo; pero desarrolló varios síntomas como fiebre, perdida del olfato, tos y dificultad para respirar.

'Mi mamá es diabética y al tener los primeros síntomas decimos irnos a hacer el examen y comprobamos que teníamos la enfermedad'.

Foto: La Prensa

Permaneció dos meses con oxígeno en casa, su familia hacía turnos para cuidarlo y alimentarle. Don Manuel afirma que no recuerda casi nada de esos momentos.


De inmediato, comenzaron a seguir las recomendaciones médicas sin tener mayores preocupaciones por don Manuel.

La pronta acción y la serie de medidas que tomaron con doña Berta ayudó a que su salud no se comprometiera y saliera pronto de la enfermedad. Mientras tanto el virus de manera silenciosa y feroz atacó el 70% de los pulmones de don Manuel.

'Mi papá estaba bien, pero de pronto comenzó con un dolor en el pecho y con dificultad para respirar, en eso momento entramos en pánico y quisimos llevarlo al hospital, pero él se negó'.

Don Manuel rogó a su familia que no lo ingresaran, pese a necesitarlo, pues no quería estar lejos de su familia si llegaba a morir. Una decisión sumamente difícil, pero que sus hijos cumplieron.

Foto: La Prensa

Marla Garcia, sobreviviente de cáncer y una de las hijas de don Manuel, fue de las nueve personas de la familia que se infectó con el virus tras el festejo de Navidad.


'Habíamos conseguido un cupo en el Mario Catarino Rivas, pero él nos dijo que lo dejáramos en casa, si no moriría de depresión. Fue la decisión más dura que tomamos, sabíamos que él necesitaba cuidados constantes porque perdió una pierna a los seis años tras recibir un disparo'.

'Tuvimos dos ángeles de la medicina en todo este proceso, el doctor Ramsés Amaya Handal y doctor Gerardo Florentino, un hondureño en Ecuador, que nos atendía vía WhatsApp sin cobrarnos'.

Estuvo dos meses con oxígeno de manera permanente dependiendo de su familia y de doña Suyapa, una vecina que le brindaba asistencia durante el día.

La familia se dividió en equipos para cuidarlo unos se encargaban de la comida, otros de los medicamentos y limpieza.

La compra de medicinas y oxígeno hizo que pronto necesitarán apoyo económico. Otra de las hijas de don Manuel abrió una cuenta para recaudar fondos y tanto conocidos como extraños les extendieron una mano de ayuda.

'Mi papá necesitaba tres tanques de oxígeno diario, cada tanque costaba 700 lempiras, además de la compra de medicamentos, con mucho esfuerzo lo hicimos hasta que ya no pudimos. Estamos eternamente agradecidos con cada una de las personas que nos apoyaron, algunos sin conocernos y otros amigos que fueron incondicionales como Fredy Díaz, Wilmer López y Menotti Maradiaga'.

Marla comentó que hubo un momento en el que comenzaron a investigar sobre servicios funerarios, ya que el virus arreciaba con fuerza la salud de su padre.

Foto: La Prensa

La familia relata que estaban a punto de vender lo que fuera necesario para pagar el tratamiento de don Manuel. 'Papá es nuestro guerrero', sostienen sus hijos quienes ahora celebran la vida del patriarca.


Hubo días terribles en donde solo la fe les mantenía con esperanza. Se crearon grupos de oración en Honduras, España y Estados Unidos.

En medio de todo don Manuel no perdió el apetito y cada vez que pedía un platillo, corrían a preparárselo con amor. Todas las atenciones, el cuidado y las oraciones hicieron efecto, pues poco a poco fue recuperándose y ocurrió el milagro en este 'guerrero' como le llaman sus hijos.

Contra todo pronóstico, ocho semanas después llegó el día esperado por la familia, finalmente le retiraron el oxígeno y pudo respirar con tranquilidad. 'Le aplaudimos y lloramos de alegría. Aprendimos de manera dura que debemos protegernos y evitar reunirnos aunque sea solo con la familia, ya vendrá el momento de abrazarnos'.