07/12/2024
07:17 PM

Estas son las carreras que atraen a los universitarios hondureños

Las carreras relacionadas con la salud ya no son las más estudiadas

San Pedro Sula, Honduras

Ante la difícil situación económica que atraviesan países como Honduras (agravada por la pandemia de covid-19), muchos hondureños ven en la educación superior una vía de escape que les abra la puerta a empleos bien remunerados.

Este deseo de alcanzar la solvencia económica se ha visto reflejado en los últimos años en la escogencia de carreras en el sistema universitario público.

Un análisis de los datos de matrícula revela que, en los últimos dos años y medio, la mayoría de los hondureños se decide a estudiar una carrera relacionadas con las ciencias económicas.

Esta área de conocimientos incluye carreras como Administración de Empresas (siempre muy popular); Banca y Finanzas; Comercio Internacional; Contaduría Pública y Mercadotecnia.

De acuerdo con el Departamento de Estadísticas de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, este campo de estudios representa el 37.2% de los estudiantes que se matricularon el sistema público de educación superior.

En segundo lugar, vienen las ingenierías, rama escogida por el 13.1% de los estudiantes, entre las que se encuentran la Ingeniería Civil, Eléctrica, Mecánica o Industrial.

Un poco más atrás, en la tercera posición, se ubican las carreras relacionadas con la medicina y el cuidado de la salud. Este grupo incluye carreras como Medicina y Cirugía; Odontología; Enfermería y Nutrición.

Este cuadro representa un notable cambio con respecto a la situación de hace siete años atrás. En julio de 2014, LA PRENSA publicó un análisis sobre preferencia de carreras universitarias, y, en aquel entonces, las carreras relacionadas con la salud ocupaban el primer lugar en la preferencia de los universitarios, con 22.5% del total.

Las carreras relacionadas con la administración (ciencias económicas), venían en segundo lugar (13.2% del total de matrícula), mientras que las carreras relacionadas con la industria y la producción, les seguían en tercero (10.9% de la matrícula).

Hay que mencionar que el cambio del que aquí hablamos se refiere a las áreas de estudio en su conjunto, puesto que, a nivel individual, la carrera que atrae mayor cantidad de estudiantes, tanto en aquel entonces, como en la actualidad, sigue siendo una relacionada con las ciencias económicas. Hace siete años, era la Gerencia de Negocios. En 2021, ese puesto lo ocupa la informática administrativa.

El análisis que presentamos a continuación se basa en las estadísticas de la UNAH, y no incluye datos de las instituciones privadas. En aras de la simplicidad, tampoco incluye datos de las instituciones de carácter vocacional o técnico adscritas a la UNAH, sino que se circunscribe a los siete Centros Regionales, los cuales ofrecen una muestra representativa del alumnado que estudia en el sistema universitario público.

Estos fueron los principales hallazgos.

Ubicación, ubicación, ubicación

Como si de un asunto de bienes raíces se tratara, la preferencia de carreras entre quienes se matriculan, parece en buena medida determinada por la ubicación del centro de estudio al que ingresan.

Las carreras con mayor número de estudiantes, tanto en Tegucigalpa (Ciudad Universitaria) y San Pedro Sula (UNAH-VS), de hecho, se relacionan con las ciencias económicas, salud, leyes, ingeniería o humanidades.

En el resto de los centros regionales hay una marcada preferencia hacia las carreras relacionadas con la agricultura, entre las que destacan la ingeniería agronómica o agroindustria, como las que atraen al mayor número de estudiantes.

En la zona sur del país, donde se concentra la industria acuícola hondureña, la Ingeniería en Ciencias Acuícolas atrae cientos de estudiantes al Centro Universitario del Litoral Pacífico (CURLP), ubicado en Choluteca.

Matrícula y pandemia

Como en tantas otras áreas, la emergencia provocada por la pandemia de covid-19 ha tenido un impacto en la forma en la que se imparte la educación y el nivel superior no es la excepción.

Los estudiantes han tenido que adaptarse a recibir sus clases de manera virtual y toda esta situación ha tenido un impacto en los niveles de matrícula, si bien con resultados distintos, en algunos casos, a lo que cabría esperar.

Mientras que, en algunos centros regionales, el número de estudiantes matriculados se redujo desde 2019 (último año antes la pandemia), en otros, de hecho, se mantiene e incluso ha aumentado.

La reducción más notable de alumnos, de acuerdo con los datos de matrícula hasta el segundo período 2021, la presenta este año el CURLA, en La Ceiba, que registra un 31.6% menos alumnos de los que tenía en promedio en 2019.

En el otro extremo (literal) se encuentra el CURLP, que actualmente registra un 31.3% más estudiantes de los que tenía hace dos años.

Cuestiones de género

En todos los centros universitarios regionales las mujeres componen la mayor parte del estudiantado.

De media, constituyen el 56.7% del total de alumnos matriculados en el sistema universitario público, siendo las regiones occidental y nororiental las que cuentan con mayor presencia femenina, pues en dichos centros regionales representan casi el 60% de los estudiantes.

Los varones, por otro lado, constituyen en promedio el 43.3% del alumnado, siendo la región sur la que cuenta con la mayor presencia masculina, teniendo el centro regional de Choluteca casi 48% de alumnos varones.

Con esto, se mantiene la tendencia de que las mujeres optan con mayor frecuencia a una educación superior que sus contrapartes masculinas.

Las preferencias en cuanto a carrera no se limitan solo a las áreas de estudio o a la ubicación geográfica. El género también juega un papel en cuanto a la escogencia del campo de estudio en el que la persona se matriculará.

De esa forma, tenemos carreras con un claro predominio de un género sobre el otro.

Los varones, por ejemplo, dominan las carreras en el área de ingenierías, pero también en carreras relacionadas con las ciencias, como Matemáticas, Física o Astronomía; pero también predominan en las artes y humanidades (Filosofía, Educación Física y Música) y en algunas ciencias sociales, como Historia.

Las mujeres, por otro lado, predominan en ciencias como la Biología, en carreras económicas como la Banca, Comercio Internacional o Contaduría. En Humanidades son mayoría en carreras como Lenguas Extranjeras, Pedagogía y Letras y también en carreras relacionadas con la salud, como Enfermería y algunas ciencias sociales como la Psicología.

Graduados

Tan solo atendiendo a su número de alumnos (más de 45 mil en promedio al año), la Ciudad Universitaria es la casa de estudios que más alumnos gradúa.

Según los datos correspondientes al año 2019, el último publicado con datos de todos los centros regionales, el centro regional de la capital graduó a más de 4,700 alumnos, seguido del centro regional del Valle de Sula, con un poco más de 1,100 graduados en todo el año.

En el otro extremo del espectro de las graduaciones, la región que menos alumnos graduó en 2019 fue región nororiental, con apenas 106 graduados en todo el año en el CURNO, ubicado en Juticalpa.

En lo que a carreras universitarias se refiere, una cosa es matricularse en ella y otra muy distinta culminarla.

Así, mientras que en Tegucigalpa los estudiantes que ingresan a la carrera de Medicina representan solo el 1.3% del total de estudiantes matriculados, esta carrera es la que más graduados produjo hace dos años con 614, es decir, el 13% del total de graduados ese año en ese centro de estudios.

En el Valle de Sula, la mayor parte de las graduaciones las produjo otra carrera asociada con la salud: Odontología.

Administración de Empresas aportó la mayoría de graduados en La Ceiba, Comayagua y Juticalpa, mientras que la Ingeniería Agroindustrial fue la carrera más culminada en Choluteca y Santa Rosa de Copán.

Este breve análisis del sistema universitario público ofrece una radiografía del panorama educativo a nivel superior, al mostrar a qué campos del saber se sienten más atraídos los universitarios hondureños.

Los expertos en educación coinciden en que la oferta académica debe adecuarse a las necesidades del país y no hay mejor inversión para el desarrollo que una sociedad educada que proporcione suficientes oportunidades para todos.