El prestigioso e influyente diario The New York Times, en su edición del pasado lunes 27 de octubre, dedica su página editorial de tal fecha al análisis de la forma en que los servicios migratorios de su país están actuando con respecto a personas hispanoamericanas de tez morena e hispanohablantes.
Intitulado “Ser latino en los Estados Unidos no debe ser un crimen”, detalla la manera violenta y sin el debido proceso con el que se arresta a los migrantes, percibidos como “ilegales”, identificados utilizando un perfil racial, lo que ha conducido a abusos de poder que han afectado incluso a residentes legales y a ciudadanos estadounidenses, varios de ellos veteranos de guerra.
Reproducimos algunos de los conceptos incluidos en tal editorial, que una vez más revelan la sensibilidad y humanismo de la política editorial del colega neoyorquino: “... Trump ha identificado un problema real -la inmigración ilegal-, pero ha respondido con una solución destructiva. No posee un mandato para tratar a las personas cruelmente o violar él mismo la ley... La mejor solución radica en una ley comprehensiva que asegure la frontera, impida futuros arribos ilegales, amplíe la inmigración legal y proporcione una ruta hacia la ciudadanía para los inmigrantes no autorizados que han hecho sus vidas en los Estados Unidos, siendo miembros de la sociedad que acatan las leyes. Este país requiere aplicar sus leyes sin aterrorizar a americanos inocentes, abandonando sus valores... El uso de la discriminación racial en la aplicación de la ley debe ser una afrenta a todos los americanos...”.
Recuerda que el 20% de la población total de la Unión Americana es de origen latino, constituyendo la mayoría residentes legales o ciudadanos.
Nosotros, por nuestra parte, agregamos que venden su fuerza de trabajo en distintas actividades, algunas de alto riesgo, devengando bajos salarios, inferiores en ocasiones, al mínimo federal o estatal, pagan impuestos directos e indirectos y, en su inmensa mayoría, acatan la legislación vigente sin incurrir en actividades delictivas. Sin su aporte laboral en rubros como la agricultura, los precios al consumidor irían al alza, y no se encontrarían reemplazos para el desempeño de tal actividad, en que las condiciones climáticas y el uso de pesticidas ponen en riesgo la salud de la mano de obra, que incluye a menores de edad, en violación de la legislación interna pertinente.
Los latinos, incluyendo a nuestros compatriotas, abandonan sus países por diversas causas, pero todos con el objetivo -por demás entendible- de obtener oportunidades negadas en sus naciones de origen, y superarse tanto ellos como sus descendientes. No a las cacerías de humanos, sí a un trato justo, respetuoso, equitativo, con igualdad para todos, excluyendo consideraciones raciales o de nacionalidad.