19/04/2024
12:32 AM

Refundación

    En su discurso de investidura, la presidenta Xiomara Castro volvió a comprometer a su Gobierno con una propuesta de socialismo democrático y la “refundación del país, que comienza por el restablecimiento del respeto al ser humano”, dos de las promesas que más impactaron. Y no es para menos, porque son los mensajes que pueden definir el rumbo de la nueva administración cuya titular ha elegido el lema “hasta la victoria siempre”, de la revolución cubana, para cerrar sus dos principales alocuciones públicas: al celebrar el gane y al tomar posesión.

    ¡Hasta la victoria siempre! ¡Viviremos y venceremos!, es el mismo lema que Hugo Chávez siguió usando hasta unos días antes de su muerte; ese fue el último post del mandatario de Venezuela, amigo del expresidente Manuel Zelaya cuya cercanía figura entre las críticas que más pesaron en su gobierno y en la postura radical a la izquierda del partido Libre.

    Ahora su esposa, la presidenta Xiomara Castro, habla de cambios, pero bajo una propuesta de “socialismo en democracia” que la acerca más a un país que no es ni ha sido de extremos, pero que está cansado de las malas decisiones de políticos y funcionarios que nos tienen en este escenario catastrófico al que ella se refirió en su asunción. Abandonar los extremos es el mensaje que recibió en las votaciones de noviembre, cuando ganó la Presidencia con la alianza del partido Salvador de Honduras —centro—, que se le unió para sacar al Partido Nacional tras 12 años de gobierno.

    “La incorporación de (Salvador) Nasralla descafeinó a Libre como partido radical de izquierda. Entiendo que hay acuerdos para que sea una izquierda moderada como la de (Michelle) Bachelet, (José) Mujica o Ricardo Lagos, y no una izquierda chavista”, según análisis de Raúl Pineda Alvarado publicado en la BBC. Con justa razón, Castro se refiere a un gobierno de todos, porque sabe que ha contado con el apoyo de una diversidad de sectores que confían en el programa social y de combate a la corrupción que ofrece.

    De acuerdo con expertos en geopolítica, ese socialismo, no dogmático de extremos, sino democrático, cree en la libertad, en la independencia de políticos y poderes externos y en gobiernos legitimados por la voluntad popular que no se conviertan en regímenes autocráticos y totalitarios. Es la transición de un capitalismo al socialismo sin el uso de métodos autoritarios.

    Pero es muy temprano para saber qué abarca esa propuesta de la presidenta Castro de “refundar la nación en un estado socialista y democrático”. Habrá que esperar sus primeras acciones en los próximos cien días, como ella lo anunció, para saber hacia dónde nos lleva su administración.