Los afrohondureños

La expansión de las multinacionales bananeras requirió de mano de obra, tanto procedente del interior de nuestro país y de naciones vecinas como de islas antillanas.

Sus ancestros proceden del Continente Negro, África, en condición de esclavos, el sistema de violencia institucionalizada de mayor magnitud en la historia de la humanidad, que representó una cruel modalidad de acumulación de capitales para naciones europeo-occidentales y empresarios dedicados a este vil comercio transatlántico violatorio de los derechos humanos básicos.

La población afrohondureña la integran tanto garífunas como los llamados negros ingleses, que poseen nuestra nacionalidad. Los primeros, etnia con raíces africanas e indígenas caribes, asentados en la isla de San Vicente, en donde combatieron tanto a franceses como ingleses. Estos los deportaron a Roatán en 1797 y gradualmente se asentaron a lo largo de la costa norte, dedicados a la agricultura de tubérculos y a la pesca, en 46 poblados desde Omoa a Gracias a Dios.

Con el proyecto de construcción de un ferrocarril interoceánico en la década de los ochocientos sesenta, se contrataron operarios procedentes de Jamaica y Belice, en ese entonces colonias inglesas, al igual que Islas de la Bahía.

La expansión de las multinacionales bananeras requirió de mano de obra, tanto procedente del interior de nuestro país y de naciones vecinas como de islas antillanas, lo que incrementó el número de afrohondureños, especialmente en Cortés, Atlántida, Colón.

Sus comunidades son afectadas tanto por niveles de pobreza, insuficientes servicios públicos en salud, educación, altas tasas de analfabetismo, lo que ha incidido en la migración hacia Estados Unidos en búsqueda de mejores oportunidades, enviando remesas a sus parientes. Las nuevas generaciones han logrado superarse estudiando diversas carreras universitarias, en tanto otros encuentran en la práctica deportiva, aquí y en el extranjero, la mejora de sus ingresos personales y familiares.

Sus tierras ancestrales y su seguridad están amenazadas por algunos inescrupulosos dedicados al turismo de playa y por el crimen organizado, presionándolos de distintas maneras, pseudolegales y violentas, para desalojarlas, violentando tantos artículos constitucionales y el Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales, pero el pueblo garífuna defiende tenazmente sus derechos.

Otro ejemplo de la impunidad prevaleciente, es el rapto de cinco jóvenes garífunas ocurrido el 19 de julio de 2020 en el Triunfo de la Cruz, Tela, desconociéndose hasta el presente si están vivos o fueron asesinados.

NOTA DE CORRECCIÓN. 29/04/2025 – Diario La Prensa ha editado algunos puntos para ajustar con mayor precisión y editar afirmaciones previamente publicadas respecto a Próspera ZEDE y Honduras Próspera Inc.. Hemos eliminado de ambos editoriales aquellos puntos que puedan asumirse como una vinculación a que Próspera tiene conflictos de tierra con la comunidad Garífuna de Roatán. Reconocemos que dichas afirmaciones eran inexactas y lamentamos cualquier perjuicio que hayan podido causar.

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