Más y más compatriotas, mujeres y hombres, dan lo mejor de sí, ofreciendo a sus semejantes, aun a riesgo de sus vidas, comportamientos que ponen al límite su valentía, desprendimiento, altruismo. Un hilo conductor enlaza a los primeros defensores de la soberanía nacional: Lempira, Cicumba, Francisco Morazán, Froylán Turcios, Visitación Padilla, con más recientes protagonistas.
Una vez más ha sido confirmado tal hecho cuando, en ocasión del trágico accidente de aviación que segó la vida de doce personas, los pescadores que se encontraban faenando en las aguas aledañas acudieron prestos y sin vacilaciones para rescatar a varios pasajeros, que de otra manera hubieran sido succionados al fondo del mar por el impacto de la aeronave al chocar con el agua.
A medida transcurra la investigación técnica se podrá conocer en detalle las circunstancias de lo acaecido en el vuelo que desde Roatán tenía por destino La Ceiba.
Los nombres de estos héroes: Aldaír Alemán y Eddy Orellana, cuya heroicidad se suma a la demostrada en circunstancias distintas y previas por el sacerdote salvadoreño, nacionalizado hondureño, Andrés Tamayo, quien valientemente denunció la depredación sistemática de los bosques olanchanos por parte de poderosos e influyentes intereses madereros, vinculados con sectores políticos.
En represalia fue despojado de la nacionalidad nuestra por el Gobierno de turno. Fue afortunado, al conservar su vida, algo que no ocurrió con distintos ambientalistas: Jeannette Kawas, Berta Cáceres, Carlos Escalera, Juan López, entre otros, que fueron asesinados por encargo a manos de sicarios. Algunos de los autores materiales han sido arrestados, no así los intelectuales, protegidos y amparados por la impunidad oficial. No olvidemos al motorista de rastra Elías Valladares, quien en Ocotepeque, al frente del volante de su unidad, fue amortiguando la velocidad del bus que transportaba sesenta migrantes y que se había quedado sin frenos. De no haber intervenido hubiera ocurrido la muerte colectiva de los pasajeros.
Tales ejemplos de heroísmo, y muchos otros menos conocidos, merecen ser divulgados, por cuanto constituyen hermosos ejemplos de solidaridad y protección del bien común, cuyos autores pueden o no ser conocidos a nivel nacional; pero que con sus actos y ejemplos se incorporan a la galería de damas y caballeros ejemplares, que quedan incorporados en la memoria histórica colectiva, constituyéndose en ejemplos paradigmáticos e inspiradores para las nuevas generaciones, que deben ser informadas desde temprana edad a efecto de apuntalar nuestro alicaído sentimiento de patria, “vacilante e incierta”, como la calificó el prócer y mártir Morazán.
