26/12/2025
03:12 PM

Contaminación

  • Actualizado: 27 febrero 2016 /

Se necesitan iniciativas para confluir en el mejoramiento de la calidad de vida de los sampedranos.

    San Pedro Sula, Honduras

    Las comparaciones son odiosas, pero muy ilustrativas para ahondar en el conocimiento sobre asuntos, sobre personas o situaciones con semejanzas que invitan a analizar lo bueno y lo malo de uno y otro. Señalamos lo anterior porque hasta hace muy poco dos obras, necesarias y urgentes, esperaban la voz de “levántate y anda”.

    Una de ellas, el segundo anillo de circunvalación, a punto de concluir, con grandes beneficios para la ciudad; la otra está como el primer día o, quizá, como el día después.

    Esta segunda, tan necesaria en una ciudad que fue calificada como la que más crece desde México a Colombia y con una población que se puede calcular en un millón, aunque parezca insólito no tiene sistema de tratamiento de aguas residuales y todas ellas van directamente a ríos y quebradas que atraviesan la ciudad.

    Vuelve el tema a la palestra pública no porque haya conciencia de la necesidad de proteger la salud de la población, cuidar el ambiente y dejar de contaminar las aguas, sino porque hay señalamientos sobre la compra de los terrenos donde se instalarán las plantas de tratamiento de agua, cuyo fin es disminuir los niveles de contaminación que han convertido los caudales de agua en espacios antivida.

    Como el primer día, con el agravante de que el costo financiero del proyecto ha superado el 100%, los predios en donde construir las plantas de tratamiento han sido la excusa para que la concesionaria no haya dado el paso incluido en los contratos. Ahora que hay donde construir, el costo es, hasta el momento, obstáculo insalvable, puesto que los 180 millones de dólares habrán de prorratearse en la factura mensual de Aguas de San Pedro.

    No está la magdalena para tafetanes, un golpazo más en la factura, que llega hasta con cargos administrativos o costo de la misma factura, no sería de fácil asimilación, y mucho menos porque el tiempo de recuperación de la inversión se va reduciendo, por lo que a mayor cantidad, menor tiempo, cuota por el tratamiento de agua va para arriba.

    Se necesitan iniciativas para confluir en el mejoramiento de la calidad de vida de los sampedranos, eliminando la contaminación por medio de abaratamiento de costos en el financiamiento de obras y equipo para garantizar una cuota que no sea un lastre más pesado en la economía familiar.