Si usted tiene una pequeña empresa o está arrancando un emprendimiento, ya aprendió a la mala que prometer es fácil y cumplir es otra cosa. Sabe que un proveedor que cambia la fecha tres veces le hunde el flujo de caja, y que un socio inestable es un riesgo, no un activo.
Con esa misma lógica vale la pena revisar con calma a Nasry “Tito” Asfura, no para decirle por quién votar, sino para pensar qué tan sano sería poner en sus manos las reglas del juego bajo las que funciona su negocio. Asfura se presenta con un largo historial: años al frente de la alcaldía de Tegucigalpa, candidatura presidencial pasada y una nueva aspiración ahora. Sobre el papel suena a “experiencia”.
Pero usted sabe que llenar un currículum no es lo mismo que entregar resultados claros. Más aún cuando su perfil mezcla dos mundos delicados: empresario de la construcción y figura política que durante años ha trabajado alrededor de fondos públicos.
Esa combinación obliga a una transparencia quirúrgica... y en su caso, las dudas están ahí. Bajo su gestión municipal se impulsaron proyectos viales, pero también se multiplicaron las quejas por árboles talados y zonas verdes sacrificadas en nombre del “progreso”
. La capital quedó con más concreto y menos sombra. Y usted, que cuida cada recurso de su negocio, entiende el mensaje: cuando alguien está dispuesto a borrar lo que da vida a una ciudad sin explicar bien por qué, también puede tomar decisiones igual de frías a nivel país.
A eso se suman los señalamientos sobre empresas vinculadas, contratos estatales para allegados y cuestionamientos sobre el uso de recursos.
Mientras tanto, su discurso de campaña habla de inversión, empleo y orden. Palabras correctas sí. Pero, ¿dónde están los números, los planes escritos, los equipos técnicos visibles? Usted no se lanzaría a un proyecto grande sin presupuesto ni cronograma; exigir menos a quien quiere dirigir el país sería ingenuo.
No se trata de satanizarlo ni de decirle por quién marcar la papeleta. Se trata de que aplique al voto la misma seriedad con la que firma un contrato: pregunte, verifique, dude, dude de todo y de todos. Su negocio depende de decisiones responsables. El país también.