Renuncian a usted

Esto pasa cuando se ve a los empleados únicamente como mano de obra y no como aliados.

  • Actualizado: 01 de septiembre de 2025 a las 23:35 -

Usted llega a su negocio un lunes y encuentra a dos de sus mejores colaboradores presentando su renuncia. Uno era el que conocía de memoria a todos los clientes; el otro era el que resolvía problemas sin que usted se diera cuenta.

En menos de una semana, el servicio empieza a fallar, los clientes habituales ya no se sienten atendidos igual, y en redes sociales alguien comenta que “ese lugar ya no es lo mismo”. No solo perdió dos empleados, perdió también parte de su reputación. Y reconstruir esa confianza cuesta mucho más que contratar personal nuevo.

Esto pasa cuando se ve a los empleados únicamente como mano de obra y no como aliados. En una pyme, cada persona cuenta. Un colaborador motivado no solo cumple su trabajo, también defiende su negocio como si fuera suyo.

Ese es el punto clave: no basta con que alguien trabaje bien; lo que usted necesita son embajadores que hablen bien de su empresa dentro y fuera del horario laboral. Muchos dueños de pequeñas empresas creen que la relación con su personal se limita a pagar el salario y esperar resultados.

Pero la realidad es otra: un colaborador que se siente parte del proyecto no solo cumple con su trabajo, también lo protege y lo recomienda.

¿Cómo lograrlo? Primero, hágales sentir que tienen voz. Involúcrelos en decisiones pequeñas: el diseño de una promoción, el ajuste de un empaque, la forma de atender a los clientes. Cuando alguien siente que su opinión pesa, automáticamente se compromete más.

Tampoco espere a fin de año para premiar. Destaque logros semanales, agradezca en público, celebre pequeñas victorias. Ese reconocimiento sincero crea lealtad sin que usted gaste un centavo extra.

Comparta sus planes con ellos, explique hacia dónde va el negocio y qué papel pueden jugar en ese crecimiento. Un colaborador que ve futuro en su empresa no solo se queda, sino que da más de sí.

Recuerde que un empleado satisfecho es su mejor publicidad. Hablará bien de usted con familiares, vecinos y en redes sociales. En cambio, si se siente maltratado, su queja será la primera en circular y dañará su marca.

Usted decide: tener gente que solo cumple horario o tener aliados que construyan junto a usted. Convertir empleados en embajadores no es un lujo, es la diferencia entre un negocio que apenas sobrevive y uno que crece con base sólida.

Te gustó este artículo, compártelo
Últimas Noticias