La innovación cambiará el mundo

Steve Jobs no era ingeniero, pero tenía una habilidad extraordinaria de visualizar el futuro.

Imagine a un niño que nace un 24 de febrero de 1955 en San Francisco, California. Abdulfattan Jandali y Joanna Schiaebli, sus padres biológicos, lo ofrecen en adopción. Paul y Clara Jobs lo adoptan. Muestra desde niño una mente sumamente inquieta.

En la secundaria conoce a un compañero, Steve Wozniak, y traban amistad porque ambos tienen pasión por los circuitos y la innovación.

Asiste brevemente al Reed College, pero, para aflicción de sus padres adoptivos, abandona los estudios para explorar el mundo a su manera. Se va a la India y regresa con una gran espiritualidad y obsesionado por la perfección.

En el garaje de los Jobs, en 1976, junto con Wozniak fundan lo que llaman Apple Computer. Su primer producto, el Apple I, fue el comienzo. Pero el Apple II marca un antes y después en la historia de la informática personal. Steve Jobs no era ingeniero, pero tenía una habilidad extraordinaria de visualizar el futuro.

En 1984, Apple lanzó su Macintosh, el primer computador con interfaz y ratón. Un año después, Jobs fue expulsado de la empresa que él mismo había creado. ¿Derrota? No para él.

Jobs funda Next, para desarrollar tecnología avanzada. Desarrolla Pixar; bajo su liderazgo lanza Toy Story y revoluciona así el cine animado. En 1997, Apple compra Pixar y Jobs regresa como CEO. Con él llega una época dorada con Mac, iPod, iPhone y iPad. Cada producto no solo es innovador, redefine la industria mundial entera. Steve Jobs era perfeccionista y se empeñaba en que, desde el empaque hasta la interfaz, todo debería ser bello y funcional.

A veces lucía despiadado, pero siempre guiado por la visión de innovar.

En 2003 fue diagnosticado con cáncer en el páncreas. Luchó durante años, pero el 5 de octubre de 2011, falleció a los 56 años. Según su hermano Mons Simpson, quien estuvo con él en sus últimos minutos, sus últimas palabras fueron simplemente: “Oh wow, Oh wow”. Una frase que, aunque breve, parece encapsular la maravilla, el asombro y la aceptación de alguien que demostró que la innovación puede cambiar el mundo.

LO NEGATIVO: Creer que el conocimiento, por sí solo, es la garantía del éxito.

LO POSITIVO: Steve Jobs nos demostró que la pasión por innovar es más importante que el conocimiento.

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