Broma letal

Hace algunas tardes, la familia de dos niños (de once años) hispanos llegó a un vecindario de Houston para asistir a una fiesta familiar, precisamente.

  • 07 de septiembre de 2025 a las 23:00 -

Estamos viendo, leyendo y escuchando tantas cosas suceder en los últimos tiempos que llegamos a convencernos de que ya nada nos sorprenderá, pero al poco tiempo de este pensamiento volvemos a sorprendernos, como hace unos días cuando leímos o escuchamos sobre este caso.

Texas, al igual que otros 26 estados en Estados Unidos, incluyendo Florida, Carolina del Sur y Georgia, practica la pena capital y tiene leyes muy rigurosas contra ciertos crímenes, pero al mismo tiempo cuenta con leyes bastante fuertes que tienen como objetivo proteger al ciudadano cuando se encuentra dentro de su propiedad. Estamos hablando de que mientras usted se encuentre dentro de su casa, vehículo o trabajo tiene todo el derecho de defenderse de quien usted considera ha llegado a agredirlo de alguna manera, a usted o a su familia. Esta defensa incluye todas las maneras de defenderse.

Hace algunas tardes, la familia de dos niños (de once años) hispanos llegó a un vecindario de Houston para asistir a una fiesta familiar, precisamente. Estos dos niños, que eran o son primos, se aburrieron pronto de la reunión y decidieron salir a hacer bromas a los vecinos. Aparentemente ya habían tocado el timbre de unas siete casas (y pateado las puertas, según aseguran algunos de los vecinos) cuando llegaron a una de dos pisos habitada por una pareja, también hispana, y su pequeña hija. Hicieron lo mismo que venían haciendo desde hacía ya un rato; tocar el timbre, patear la puerta y salir corriendo, solo que esta vez el dueño de casa salió con un arma, la cual disparó hacia el cielo, pero al percatarse de que el “provocador” huía a unos metros de distancia decidió dispararle directamente. Cabe mencionar que eran las 11:00 pm en ese momento. El niño murió.

Este juego infantil data desde quién sabe cuándo, debe haber pocas personas que no lo hayan jugado en algún momento de su infancia, así haya sido un niño travieso o no. Solo que en los 80 y 90, por ejemplo, lo peor que podía pasarnos era que el vecino enojado fuera a casa nuestra a quejarse y que recibiéramos una tunda de parte de nuestra mamá, por decir algo. Hoy en día, el vecino dispara y después averigua de qué trata el asunto. Y es que este que nos ocupa no es un caso aislado ni mucho menos, en varios estados norteamericanos se han reportado agresiones, que van desde atropellamiento con automóviles hasta disparos, hacia muchachitos que parecen haber decidido rescatar esta costumbre, animados por redes sociales que la promueven de un tiempo para acá.

Y bueno, por un lado, tenemos a la defensa que alega que su cliente se asustó por las patadas en la puerta, pensando que estaba siendo atacado (tal vez el hecho de que este sea un veterano de guerra tenga algo que ver) y que tenía todo el derecho a defenderse. Y por otro lado tenemos al fiscal que condena el disparo por la espalda a un niño. Si usted fuera parte del jurado en este caso, ¿de qué lado se pondría?

Te gustó este artículo, compártelo
Últimas Noticias