El ritmo acelerado de cambio en las tecnologías y modelos de negocios en el mundo globalizado en que vivimos hace que la formación tradicional no sea suficiente. Por eso, la autoformación se posiciona como una estrategia esencial para los profesionales, si queremos mantener la competitividad.
Uno de los aspectos más fundamentales en la actualidad para las personas especialmente los profesionales, es que deben de desarrollar la capacidad de actualizarse en el uso de las tecnologías de la época actual, y estas tecnológicas incluyen las de formación o capacitaciones.
Según la Real Academia Española, la autoformación se define como la acción y efecto de formarse a sí mismo, resaltando la iniciativa personal en el aprendizaje.
Ante esta complejidad del concepto, puedo decir, como académico, pero también asesor empresarial, que este concepto también se puede integrar con principios pedagógicos activos, teorías constructivistas del aprendizaje y perspectivas sociológicas postmodernas, buscando la formación permanente del individuo.
Entonces, podemos decir que la autoformación implica que el sujeto que aprende es consciente, autónomo y responsable de su proceso, aunque pueda contar con guía o tutoría externa si se requiere. Y es que, en realidad, todos podemos observar que los sistemas académicos tradicionales hacen su trabajo en el termino de los periodos curriculares en que se gestan las actividades de enseñanza aprendizaje, pero la vida continua, es por lo que la autoformación constante es una habilidad que se requiere para los profesionales en todos los campos.
Conozco casos en que personas se graduaron y se conformaron con los conocimientos que adquirieron en su vida académica, pero al salir de alli no siguieron en la actualización de sus conocimientos y no siguieron autoformándose, por lo que las posibilidades de ascensos, promociones o aspiraciones personales se ven limitadas.
La sociedad actual, está marcada por la constante evolución tecnológica y cambios en los mercados laborales, entonces, la autoformación se convierte en una herramienta esencial para mantenerse actualizado y competitivo. Por tanto, y según mi experiencia, aquellos que aprenden de forma autónoma, pueden adquirir nuevas competencias rápidamente y responder mejor a los desafíos que surgen en los ambientes laborales, profesionales o en lo básico del hogar también.
En mi libro “Creando Empresas de Valor”, el cual se los recomiendo, abordo el tema desde una óptica empresarial y para emprendedores. En ese sentido, en la página 47, resalto lo siguiente: “Quien no desarrolla nuevas habilidades ni adquiere nuevos conocimientos pronto dejará de comprender el mundo a su alrededor, es necesario realizar un “update” o ponerse al día, sobre todo en el mundo de los negocios”. Debo de hacer énfasis que, no se trata de estudiar una nueva carrera profesional cada cinco años, sino de auto instruirse en diversas materias, por ejemplo, finanzas, mercadotecnia o administración a través de breves diplomados o especialidades.
Para encontrar una salida, respuesta y oportunidad, es oportuno comentar que, en la actualidad, existen recursos online (en internet), que se conocen como ‘MOOC’, los cuales pueden disponerse en diversas plataformas educativas con prestigiosas instituciones de todo el mundo y que permiten el acceso a la autoformación utilizando el “e-Learning” como modelo educativo, tales como: Coursera, EDx, MITx, Google Activate, INFOP en línea, y Video tutoriales en YouTube
En las sagradas escrituras La Biblia, en Proverbios 16:16 nos indica: “Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado”.
Que gran consejo revelado y confirmado desde la eternidad, en el que se refleja el sabio consejo a los profesionales, los empresarios o emprendedores que es mejor prepararse, capacitarles y estar actualizado, los cuales son bienes intangibles para toda la vida y que tienen más duración que las riquezas materiales o bienes de consumo.
Podemos hacernos las preguntas: ¿Cómo puedo mejorar mis habilidades de autoformación? ¿Qué debo de cambiar en mi rutina diaria?
En conclusión, si algo nos enseña la vida es que jamás se termina de aprender y siempre hay una oportunidad de mejorar ante Dios y con nuestro prójimo, por lo tanto, si desarrollamos la habilidad de mantenernos en autoformación constante, podemos mejorar nuestra capacidad para ser mejores ciudadanos para el bienestar propio, de nuestra familia y de la sociedad en general.
Recuerda: “Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela” – Salmos 34:14
Salud y éxitos en la vida.