La indignación por el crimen de una mujer y su hija relegó las medidas contra el coronavirus en un pueblo de México, cuyos habitantes acompañaron masivamente el sepelio este jueves y condenaron los feminicidios en el país.
La comunidad de Tetela, una zona rural del estado mexicano de Puebla despidió a Gardenia, de 26 años, y a Dulce, de 11, en ceremonias fúnebres que se extendieron por casi dos días.
Los restos de la mujer y la menor fueron hallados calcinados dentro de su automóvil en días pasados, luego de que el 11 de junio fueron reportadas como desaparecidas, un caso que la fiscalía de Puebla investiga como doble feminicidio.
'¡Mi niña, por qué tuviste que sufrir tanto!', se escuchó entre las decenas de personas que asistieron al funeral en la vivienda familiar, donde la indignación le ganó terreno a la recomendada distancia social.
Las autoridades han asegurado que el presunto responsable está plenamente identificado, mientras que la prensa local señala que sería un hombre que fue pareja de Gardenia.
Según las primeras investigaciones, el principal móvil de los asesinatos habría sido una venganza, dijo a la AFP una fuente de la fiscalía general que pidió no ser identificada por no estar autorizada a declarar. Agencia Reforma
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La violencia contra las mujeres en México se ha recrudecido en los últimos años y, según la ONU, un promedio de 10 mujeres son asesinadas diariamente por razones de género.
En medio de la pandemia, que deja 19.747 fallecidos y 165.455 contagios, se han multiplicado las denuncias de violencia intrafamiliar, según organizaciones civiles.