La Pintada. Equipos de rescate civiles y militares iniciaron ayer la peligrosa búsqueda de decenas de desaparecidos por un alud de tierra en una aislada comunidad del sur de México, que sigue azotado por las fuertes tormentas que desde el sábado causaron al menos 97 muertos.
El alud sorprendió el lunes a los 400 habitantes de La Pintada que apenas el miércoles empezaron a ser evacuados vía aérea. Ayer soldados y policías empezaron unas precarias labores manuales de limpieza del gigantesco deslave que sepultó buena parte de la comunidad, constataron periodistas de la AFP en el lugar, al que solo se puede acceder por tierra tras unas siete horas de ascenso montañoso.
El Gobierno mexicano incrementó de 58 a 68 las personas reportadas como desaparecidas tras el deslave, pero recalca que aún no tiene constancia del hallazgo de ningún cadáver. Sin embargo, la alcaldía asegura que ya han sido encontrados al menos 15 cuerpos y que puede haber decenas más enterrados en este poblado del estado de Guerrero.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, que se desplazó en helicóptero ayer a la comunidad, advirtió que los trabajos de rescate implican un serio riesgo, ya que del cerro desgajado sigue saliendo agua y pueden ocurrir más avalanchas sobre la comunidad.
Temen saqueos
Entre los 50 pobladores que aún permanecen en La Pintada, algunos se oponen a marcharse por temor de sufrir robos en sus viviendas y discutían si dejar al menos una pequeña guardia de vecinos, mientras autoridades les pedían confianza y les conminaban a salir por la posibilidad de infectarse ante el olor fétido que surge de los restos del deslave.
“Nunca nos imaginábamos que ese cerro se fuera a caer. Aquí ha llovido toda la vida”, dijo una vecina de esta comunidad, que vive de la plantación de café.
En las montañas de Guerrero, la región más afectada por las tormentas, la organización de defensa de los indígenas tlachinollan alertó que hay cientos de comunidades indígenas “incomunicadas y abandonadas” donde se han registrado otros graves accidentes por desprendimientos de cerros.
Manuel se debilita
Todavía desbordado por el embate simultáneo de los dos ciclones, lo que no sucedía en México desde hace 55 años, el país aún se mantiene en alerta por Manuel y un nuevo fenómeno que avanza por la costa del Golfo de México. Manuel ingresó el sábado como tormenta tropical cerca del puerto mexicano Manzanillo y se debilitó, pero sus remanentes se fortalecieron en el mar y ayer golpeó con fuerza de huracán categoría 1 en el estado de Sinaloa y luego se convirtió en depresión tropical.
Miles de turistas varados desde el fin de semana en Acapulco exigieron ayer a las autoridades que agilicen la evacuación aérea de visitantes, la única forma de abandonar este balneario mexicano que sigue inundado por las fuertes tormentas.
Peña Nieto cancela viaje
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, canceló ayer su viaje a Estados Unidos programado para la próxima semana, en el que iba a participar en la Asamblea General de la ONU y sostener algunas citas relacionadas con la agenda bilateral. “Les comparto la decisión que he tomado de suspender la gira internacional que iba a realizar con motivo de la apertura de los trabajos de Naciones Unidas a partir de la próxima semana”, dijo Peña Nieto en una conferencia de prensa en el puerto de Acapulco. El Presidente había pedido permiso al Senado para ausentarse del 21 al 25 de septiembre con la finalidad de participar como orador en el debate general del 68 período ordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
