Tras un año marcado por éxodos migratorios en América Latina, Oriente Medio y Europa, el papa Francisco clamó contra la violencia que aún existe contra los inmigrantes, durante su felicitación de las fiestas navideñas.
Francisco repasó las “aflicciones” de este año y recordó la lacra de los abusos de menores, las infidelidades en el seno de la Iglesia y la violencia contra los más débiles.
“Cuántos inmigrantes -obligados a abandonar sus países de origen y arriesgar sus vidas- hallan la muerte o sobreviven, pero se encuentran con las puertas cerradas y sus hermanos de humanidad entregados a las conquistas políticas y de poder”, dijo en su discurso ante la jerarquía eclesial.
Y recordó: “Cuántos escenarios de guerras, declaradas y no declaradas. Cuánta sangre inocente se derrama cada día. Cuánta inhumanidad y brutalidad nos rodean por todas partes. Cuántas personas son sistemáticamente torturadas todavía hoy en las comisarías de policía, en las cárceles y en los campos de refugiados en diferentes lugares del mundo”, añadió.
También recordó que “los cristianos, en tantas partes del mundo, viven todavía hoy bajo el peso de la persecución, marginación, discriminación y la injusticia y que, sin embargo, siguen abrazando valientemente la muerte para no negar a Cristo”.
Ante todo ello, destacó “el ejemplo heroico de los mártires y de numerosos buenos samaritanos, es decir, de los jóvenes, de las familias, de los movimientos caritativos y de voluntariado”, que, agregó, “no nos hace olvidar, sin embargo, el antitestimonio y los escándalos de algunos hijos y ministros de la Iglesia”.
Tensión
En tanto, líderes mundiales usaron sus mensajes navideños para pedir calma y concordia durante estas festividades en momentos de crisis políticas y tensiones sociales.
El presidente francés, Emmanuel Macron, llamó “al orden” tras las violentas protestas de los Chalecos amarillos que han causado una “violencia inusitada” en París. “Ahora el orden debe reinar, la tranquilidad y la concordia”, dijo Macron, tras advertir a los manifestantes.
La reina Isabel II instó al respeto y la civilidad en su mensaje navideño, que se produce en plena polémica y división en Reino Unido por su complicada salida de la Unión Europea.
En Washington, el cierre del Gobierno opacó la celebración navideña. El presidente Donald Trump permanece en la Casa Blanca a la espera de retomar las negociaciones. El resto de las capitales del mundo celebraron con fuegos artificiales y bajo extremas medidas de seguridad la Nochebuena y la Navidad.