Los Ángeles, Estados Unidos.
Un joven con una parálisis total de su cuerpo pidió hoy a las autoridades federales un regalo de Navidad muy especial: que le otorguen una visa humanitaria a su madre para que pueda regresar a Estados Unidos a cuidarlo.
Así lo manifestó Miguel Martínez, de 36 años, quien espera se apiaden de su situación para poder tener a su madre, María del Rosario Pineda, de nuevo con él en su casa en Victorville, California.
'El Gobierno tiene en sus manos la posibilidad de realizar este milagro, yo les pido que revisen mi caso y se den cuenta que yo necesito la ayuda de mi mamá', dijo a Efe el joven.
La pesadilla del mexicano, que es residente permanente, comenzó hace cinco años cuando un camión embistió su carro dejándolo totalmente paralizado y alimentándose por una sonda.
Para ese entonces su esposa estaba embarazada, y así le tocó enfrentar la situación de su esposo.
Con voz entrecortada el inmigrante contó que fue precisamente su madre quien le tendió la mano y le ayudó a sobrellevar la enfermedad y no decaerse.
No obstante, el 13 de febrero durante una redada del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) en Santa Ana (California), la madre cae junto al hermano mayor y fue puesta en proceso de deportación.
La desesperación por evitar la expulsión de su progenitora llevó a Martínez a viajar más de 50 millas postrado en una camilla para presentarse ante las autoridades y pedir que detengan su inminente deportación.
Así, tras la deportación casi inmediata de su hermano Ernesto Martínez Pineda, de 34 años, al final le tocó el turno a su madre que culminó con su deportación a finales de septiembre.
En una llamada telefónica desde Ciudad de México, Pineda relató a Efe que por siete meses todos los martes llegaba a la casa un oficial de inmigración de visita y todos los miércoles ella se presentaba en las oficinas de inmigración.
Sin embargo, el 27 de septiembre todo cambió, y ese día cuando se presentó la deportaron. 'No quisieron dejarme ir a despedirme, no pude ni siquiera avisarle', cuenta.
Desde ese entonces la salud de Martínez se ha deteriorado y las visitas al hospital han aumentado y la última fue hace algunos días por una bronquitis.
El inmigrante actualmente depende al cien por ciento de su esposa, que debe también cuidar a su hijo y proveer económicamente a la casa.
'El Gobierno tiene el poder de hacer una excepción con mi mamá, ella no es una delincuente, solo buscaba una mejor vida para nosotros', expresó.
Pineda llegó al país hace casi 30 años, con su esposo y sus dos hijos, Miguel y Ernesto. En California nació el menor, Anthony.
A finales de la década de 1990, la inmigrante inició una petición para la residencia permanente, pero en medio del proceso tuvo que salir del país. Al intentar regresar fue detenida y deportada.
La mexicana regresó de forma indocumentada y por más de una década estuvo bajo las sombras hasta que fue detenida en la redada.
Ahora, Martínez quiere hacerse ciudadano estadounidense pero la falta de recursos económicos y de asesoría no le han permitido cumplir la meta.
'Creo que si me hago ciudadano podré ayudar más a mi mamá', dice.
La petición a las autoridades migratorias, va acompañada con un llamado a legisladores para que conozcan su caso y expongan las injusticias de la dura política migratoria que enfrentan las familias inmigrantes.
El mexicano indicó que los cuidados de su madre no serían solo para él, sino que ayudarían a su hijo, que es ciudadano y a su esposa.
¡Ojalá alguien nos ayude a que este milagro de Navidad se cumpla', expresó Martínez. EFE
Un joven con una parálisis total de su cuerpo pidió hoy a las autoridades federales un regalo de Navidad muy especial: que le otorguen una visa humanitaria a su madre para que pueda regresar a Estados Unidos a cuidarlo.
Así lo manifestó Miguel Martínez, de 36 años, quien espera se apiaden de su situación para poder tener a su madre, María del Rosario Pineda, de nuevo con él en su casa en Victorville, California.
'El Gobierno tiene en sus manos la posibilidad de realizar este milagro, yo les pido que revisen mi caso y se den cuenta que yo necesito la ayuda de mi mamá', dijo a Efe el joven.
La pesadilla del mexicano, que es residente permanente, comenzó hace cinco años cuando un camión embistió su carro dejándolo totalmente paralizado y alimentándose por una sonda.
Para ese entonces su esposa estaba embarazada, y así le tocó enfrentar la situación de su esposo.
Con voz entrecortada el inmigrante contó que fue precisamente su madre quien le tendió la mano y le ayudó a sobrellevar la enfermedad y no decaerse.
No obstante, el 13 de febrero durante una redada del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) en Santa Ana (California), la madre cae junto al hermano mayor y fue puesta en proceso de deportación.
La desesperación por evitar la expulsión de su progenitora llevó a Martínez a viajar más de 50 millas postrado en una camilla para presentarse ante las autoridades y pedir que detengan su inminente deportación.
Así, tras la deportación casi inmediata de su hermano Ernesto Martínez Pineda, de 34 años, al final le tocó el turno a su madre que culminó con su deportación a finales de septiembre.
En una llamada telefónica desde Ciudad de México, Pineda relató a Efe que por siete meses todos los martes llegaba a la casa un oficial de inmigración de visita y todos los miércoles ella se presentaba en las oficinas de inmigración.
Sin embargo, el 27 de septiembre todo cambió, y ese día cuando se presentó la deportaron. 'No quisieron dejarme ir a despedirme, no pude ni siquiera avisarle', cuenta.
Desde ese entonces la salud de Martínez se ha deteriorado y las visitas al hospital han aumentado y la última fue hace algunos días por una bronquitis.
El inmigrante actualmente depende al cien por ciento de su esposa, que debe también cuidar a su hijo y proveer económicamente a la casa.
'El Gobierno tiene el poder de hacer una excepción con mi mamá, ella no es una delincuente, solo buscaba una mejor vida para nosotros', expresó.
Pineda llegó al país hace casi 30 años, con su esposo y sus dos hijos, Miguel y Ernesto. En California nació el menor, Anthony.
A finales de la década de 1990, la inmigrante inició una petición para la residencia permanente, pero en medio del proceso tuvo que salir del país. Al intentar regresar fue detenida y deportada.
La mexicana regresó de forma indocumentada y por más de una década estuvo bajo las sombras hasta que fue detenida en la redada.
Ahora, Martínez quiere hacerse ciudadano estadounidense pero la falta de recursos económicos y de asesoría no le han permitido cumplir la meta.
'Creo que si me hago ciudadano podré ayudar más a mi mamá', dice.
La petición a las autoridades migratorias, va acompañada con un llamado a legisladores para que conozcan su caso y expongan las injusticias de la dura política migratoria que enfrentan las familias inmigrantes.
El mexicano indicó que los cuidados de su madre no serían solo para él, sino que ayudarían a su hijo, que es ciudadano y a su esposa.
¡Ojalá alguien nos ayude a que este milagro de Navidad se cumpla', expresó Martínez. EFE