Moscú, Rusia.
En la lejana isla ártica de Troynoy, en el sur del mar de Kara, cinco investigadores rusos permanecen atrapados desde hace dos semanas en una estación meteorológica por el asedio de un grupo de osos polares.
Los expertos se comunicaron con Moscú para alertar sobre la insólita situación.
Según el jefe de la estación, Vadim Plotnikov, todo inició el pasado 31 de agosto, cuando un oso polar mató a uno de los perros que custodiaban la zona. Fue en ese momento cuando los científicos se percataron de que estaban rodeados de siete osos polares adultos y cuatro cachorros que no los han dejado salir.
Moscú aconsejó al personal que se mantuviese dentro de la estación, así que los expertos tuvieron que abandonar sus trabajos de observación meteorológica en los que se requería salir al exterior. Un barco que pasaba por la zona les entregó bengalas y perros para contener a las bestias.
Normalmente los osos se mueven de una isla a otra, pero el deshielo los dejó “atrapados” ahí. Al no encontrar comida, fueron hacia la base.
El ministro de Recursos Naturales de Rusia, Sergei Donskoi, ordenó a las autoridades tomar medidas inmediatas para ayudar a los científicos. Donskoi enfatizó la necesidad de salvar la vida de los osos, ya que son una especie protegida.
En la lejana isla ártica de Troynoy, en el sur del mar de Kara, cinco investigadores rusos permanecen atrapados desde hace dos semanas en una estación meteorológica por el asedio de un grupo de osos polares.
Los expertos se comunicaron con Moscú para alertar sobre la insólita situación.
Según el jefe de la estación, Vadim Plotnikov, todo inició el pasado 31 de agosto, cuando un oso polar mató a uno de los perros que custodiaban la zona. Fue en ese momento cuando los científicos se percataron de que estaban rodeados de siete osos polares adultos y cuatro cachorros que no los han dejado salir.
Moscú aconsejó al personal que se mantuviese dentro de la estación, así que los expertos tuvieron que abandonar sus trabajos de observación meteorológica en los que se requería salir al exterior. Un barco que pasaba por la zona les entregó bengalas y perros para contener a las bestias.
Normalmente los osos se mueven de una isla a otra, pero el deshielo los dejó “atrapados” ahí. Al no encontrar comida, fueron hacia la base.
El ministro de Recursos Naturales de Rusia, Sergei Donskoi, ordenó a las autoridades tomar medidas inmediatas para ayudar a los científicos. Donskoi enfatizó la necesidad de salvar la vida de los osos, ya que son una especie protegida.
