Los delincuentes toman fotos que jóvenes suben a sus redes sociales y crean perfiles falsos que ofertan en plataformas de venta de contenido sexual.
Las imágenes son difundidas, sobre todo entre los contactos de las víctimas y ahí toman información de quienes intentan descargar el material para, finalmente, hacer compras no autorizadas con sus tarjetas.
Se trata de una modalidad de violencia digital contra las mujeres que concluye con un fraude bancario cibernético.
La Policía Cibernética de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) detectó esta modalidad apenas en 2022 y reconoció que se propaga.
Fernanda es una de las víctimas. Sus amigos la alertaron sobre una supuesta cuenta suya en la FansLy, un sitio de venta de imágenes y videos para adultos, similar a OnlyFans.
Para indagar más, pidió a su novio que entrara. Pagó, le dieron un link y descubrió que en realidad era una página apócrifa. Desde entonces empezó a recibir a diario cargos que no realizó que van de los 300 pesos hasta los mil 800 pesos, por lo que tuvo que bloquear la tarjeta.
El falso perfil, sin embargo, sigue activo. Fernanda asegura que conoce al menos a otras 40 mujeres a las que les ocurrió algo similar.
Otra víctima es Jennifer. Reportó un perfil de FansMine -otra plataforma de contenido sexual- que usaba como señuelos fotos de ella tomadas de Instagram; incluso, videos pornográficos donde suplantaban su rostro en algunas escenas.
El perfil incluía un link para pagar las descargas
