La Casa Blanca dio a conocer este miércoles un decreto presidencial que permite al gobierno comunicarse y participar en negociaciones con grupos terroristas que tengan a rehenes estadounidenses.
'Estas familias ya han sufrido suficiente, y no deberían sentirse nunca ignoradas ni victimizadas por su Gobierno', dijo Obama en un acto en la Casa Blanca, después de reunirse con familiares de estadounidenses secuestrados.
Obama matizó que el Gobierno estadounidense no cambiará su política de no pagar rescates a las organizaciones que mantengan cautivos a estadounidenses, pese a las quejas de algunos familiares.
Los cambios en la política del Gobierno respecto al secuestro de nacionales en el extranjero resultan de una revisión ordenada por Obama el año pasado, tras los casos de rehenes estadounidenses que fueron decapitados por el grupo yihadista Estado Islámico (ISIS).
Obama emitió hoy una orden ejecutiva y una nueva directiva política en la que explica los cambios, que buscan una mayor comunicación con las familias de los secuestrados a lo largo del proceso para lograr su liberación.
Algunas familias se han quejado de haber recibido amenazas por parte del Gobierno de ser procesadas judicialmente si intentaban pagar un rescate, y hoy Obama aseguró que eso no se repetirá.
Los cambios contemplan también la creación de un centro de coordinación, con representantes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y los departamentos de Justicia, Estado y Defensa, para asegurar que las familias de los secuestrados reciben apoyo y asesoría adecuada.
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Desde el pasado verano, cuatro estadounidenses han sido asesinados por el Estado Islámico: los periodistas James Foley y Steven Sotloff y los trabajadores humanitarios Peter Kassig y Kayla Mueller.