El niño de 10 años que se accidentó cuando se deslizaba por el tobogán de agua Verrückt, el más alto del mundo, en el parque acuático Schlitterbahn de Kansas City (EUA), falleció a causa de una lesión de cuello, informaron hoy los medios locales.
El menor, identificado como Caleb Schwab, era hijo del legislador republicano de la Cámara de Representantes de Kansas Scott Schwab, precisó su familia en un comunicado.
Según un comunicado de la policía de Kansas City, el menor sufrió una lesión fatal de cuello cuando se deslizaba con dos mujeres, ninguna de ellas relacionado con él. Las mujeres sufrieron heridas menores y fueron atendidas en un hospital de la zona, señalaron las autoridades.
Personal de emergencias desplazado al lugar encontró al niño sin vida en una piscina al final del tobogán, según un comunicado que no proporcionó más detalles.
Testigos del accidente aseguraron que habían visto al niño salir volando de la instalación, que se asemeja a una montaña rusa. Otros testigos afirmaron que el menor parecía haber sido decapitado tras salir eyectado del tobogán. También afirmaron haber visto sangre en el tobogán y sugirieron que los arneses de seguridad no funcionaron.
Según la web del parque, para subir a la atracción, que abrió en julio de 2014, hay que medir al menos 1,37 metros.
El Verrückt, un termino que en alemán significa 'loco' o 'demente', fue declarado en 2014 como el tobogán acuático más alto del mundo, según los Récords Mundiales Guinness. EFE